¿Alguien conoce Boconó? Una
ciudad relevante, la segunda de Trujillo, con una hoja de vida densa e
importante desde su fundación (1563) hasta la actualidad. ¿Hay quien recuerde
la última protesta de connotación nacional registrada en aquél lugar?
Hoy en Boconó la población salió
a la calle con dos consignas: basta de escasez y basta del reinado del hampa.
Su único norte era mostrar el descontento con la crisis nacional. Cosa que
logró ampliamente.
Cuando el mensaje es sencillo y
la causa es común, la reacción no se hace esperar. La gente superó los dimes y
diretes de la coyuntura electoral, las conchas de mango del gobierno, los temas
halados por los cabellos para distraer a la opinión, y se creció estimulando el
rechazo hacia dos lugares comunes: las colas y la inseguridad.
Esta movilización de calle, gran
expresión de civismo, enarbola la bandera de una causa justa. El pueblo no
puede seguir soportando a unas autoridades que persisten en la destrucción del
país.
Sencillo: tenemos hambre y
odiamos la violencia.
Desde nuestro espacio cada quien
puede aportar, porque cada ciudadano es accionista de esta nación y socio de
este problema. Si lo dejamos correr, como han hecho muchos, o si nos acomodamos
en la fila y simulamos vivir en la burbuja del "¡la culpa es de los
políticos!, ¡que lo resuelvan ellos!", mientras a nuestro alrededor se
desmorona lo que una vez fue la Venezuela democrática, complacemos al gobierno.
La indiferencia es un aplauso a
los culpables.
No está en discusión si hay o no
que sumarse a la oposición, porque la oposición ya no es un grupo minoritario o
el sinónimo mal empleado que posicionó el chavismo para englobar a todos los
afectos de la MUD, la Cuarta República y las fallas del pasado, la oposición
somos todos los venezolanos que no queremos más caos. Que nos oponemos a la
miseria y la frustración que patrocinan los que desde el poder hieren cada vez
más a la población.
Boconó ha sido un ejemplo. La
causa es de todos. Tenemos hambre y odiamos la violencia. Basta de escasez,
basta de colas, basta de inflación, basta de malandros en la calle y en el
gobierno.
Cambiar este modelo es una meta
muy posible, si empujamos todos.
Ángel Arellano
MUY CIERTO HERMANO, ESTO ES DE TODOS, LO CIERTO ES QUE DEBEMOS TODOS CONTINUAR CON ESTO PUEBLO Y LA CONSIGNA ES "TENEMOS HAMBRE Y ODIAMOS LA VIOLENCIA", DESDE SOCOPÓ, ESTADO BARINAS.
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario. Un gran abrazo. Esa es la consigna.
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