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lunes, 24 de diciembre de 2012

2012: VAN 18960 HOMICIDIOS




          Inseguridad, realidad que nos golpea, flagelo que tiene desmembrada la identidad de Venezuela ante el mundo. 66 ciudadanos de cada 100mil habitantes caen muertos por el hampa que ha coronado un paraíso para desarrollar sus actos delictivos, a toda escala.
            Por supuesto que en un Estado de derecho controlado por las leyes y un plan integral de lucha contra la inseguridad, estas cifras son imposibles. El moribundo Gobierno Nacional nunca ha afianzado una verdadera guerra a la violencia que se vive en el país. Su programa populista número 21, “Misión A Toda Vida Venezuela”, no ofrece resultados, sólo publicidad y material POP. Miles de millones de bolívares invertidos en fallidas estrategias que no han disminuido en por lo menos un punto porcentual la triste realidad.
            2011 fue un año crítico para la nación al reportarse 18.850 homicidios de manera oficial (Fuente Cicpc y Mppij). El año en curso ya lo supera con 18.960 fallecidos (al 17 de diciembre), y las estimaciones es que pase la barrera de los 19 mil: una carnicería monumental destacada en el mundo.
            Sin embargo, el gobierno en su estrategia permanente de mantener a todos contentos, difunde estudios que muestran que Venezuela es un país alegre y optimista. En contraste, las colas para “parir” Harina Pan, azúcar, leche y aceite han sido las verdaderos protagonistas de la Navidad.
            Por otro lado, el campante presidente del INE, Elías Eljuri, saliendo al paso a la breve y obvia desaparición mediática del economista de la revolución, Jorge Giordani, se despliega flamante con la positiva información de que la inflación cerraría 2012 en menos del 20%. Los salarios no valen nada en el Estado más corrupto del continente. Las cifras de nuestra economía se unen al luto que nos dejan los delincuentes asesinos.
            Partiendo de información publicada por el colega periodista Deivis Ramírez Miranda el 23 de diciembre de 2012 en El Universal, el 80% de los homicidios registrados en Venezuela fueron con armas de fuego y 20% con armas blancas, objetos contundentes y otros. ¿Qué pasó con la Ley para el Desarme y Control de Armas y Municiones engavetada en la Asamblea Nacional? Son los parlamentarios del chavismo quienes deben darle una respuesta a las miles de familias enlutadas.
            El Presupuesto de la nación para 2013 no dedica su fortaleza en el renglón seguridad ciudadana. Por el contrario, su músculo financiero está orientado a fortalecer el clientelismo que predomina en el exagerado gasto público, en un año que se verá herido por la crisis.
            No podemos despedir este escrito sin antes reflexionar en que de esos 18.960 homicidios que van a la fecha, mucho más de la mitad son personas menores de 30 años: los jóvenes de la Patria cayendo abatidos en toda nuestra geografía. Para las nuevas generaciones este es el verdadero titular, no la polémica y millonaria salud presidencial.

            Ángel Arellano
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martes, 18 de diciembre de 2012

Coherencia y perseverancia



       El revés fue grande, inesperado. En todos los cálculos la alternativa democrática no había apuntado un escenario en el que sólo sobreviviesen los gobernadores de Miranda, Lara y Amazonas. La imponencia y solidez por años del gobierno opositor del Zulia, sumada a la lograda votación por Henrique Capriles en Táchira, rompieron pronósticos al verse en el suelo estos paradigmas.
La pregunta común es “¿qué pasó?”. En esta columna no nos aventuramos a dar esa respuesta en su totalidad. Sin embargo, hay que hacer aportes que desde la juventud se han sostenido porque son causas evidentes de una oposición que se ha desmembrado por la falta de conducción nacional.
La MUD es un espacio que recibe críticas a diario, no sólo por quienes opinan comúnmente (que existimos en demasía), sino por todos lados, y uno de esos flancos es el ciudadano común.
Durante la precaria campaña regional de apenas mes y medio, los reclamos de la MUD ante el CNE por los cuantiosos atropellos, no pasaron de más de una rueda de prensa. La sociedad no exigía una huelga de hambre ni encadenarse en Caracas, pero sí esperaba un acto de mayor gallardía y coraje contra todas las medidas que tomó el partidizado CNE y que sin duda fueron definitivas en el resultado.
Nuestro líder nacional, Henrique Capriles Radonski, bregó su victoria en Miranda para reelegirse como gobernador y hoy consolidarse como referencia de la oposición a Chávez, pero ¿quiénes asumieron la motivación del venezolano triste y doblegado que no sintió importante salir a votar? Los recorridos por el país no se hicieron, y las campañas fueron débiles, aunadas a la fatídica condición de hacerlas un 16 de diciembre.
Otro ingrediente no puede dejar de ser la ausencia de la bancada parlamentaria de la MUD en el debate político venezolano. Los diputados se retiraron para ser candidatos en su gran mayoría, y sus suplentes no aparecieron en el quórum. Para muestra un botón: el pasado 9 de diciembre, día en que la AN aprobó la salida del Presidente a someterse a una intervención quirúrgica nuevamente en Cuba, sólo habían 15 parlamentarios MUD en el hemiciclo.
De 65 diputados, sólo la pequeña representación mencionada defendía los intereses de la alternativa. A ese grupo debemos restarle las desincorporaciones más recientes de legisladores que la oposición llevó al cargo, y vendieron el país por lochas para irse al oficialismo.
Esa discusión está inconclusa, a nuestra forma de ver tenemos todas las herramientas para ser un bloque parlamentario contundente, que se oponga rotundamente a las políticas retorcidas del Gobierno Nacional. Por estas razones la alternativa pierde credibilidad, no hay coherencia en el discurso y seguimos creyendo que el espectador no se percata.
Ni mencionar los diputados regionales y concejales que ya la MUD tiene, que en su mayoría no hacen política en sus espacios y no hay quien los controle porque la prioridad es desarrollar el arte de la negociación y así mantener todo en calma.
Sin una dirigencia política que vea estas deficiencias, nunca la MUD cumplirá el propósito de llegar al poder. Se engalana al motor de la juventud en los discursos, pero se reduce a cúpulas la toma de decisiones. Es democrático colocar publicidad en las paredes, pero dictatorial definir las estrategias a seguir.
Exigimos perseverancia porque sin ella mejor será colgar las banderas. El país espera una renovación, porque también es un error creer que las mismas caras tienen aceptación. La sociedad ya no vota por partidos políticos, a nivel mundial se ve el fenómeno de que se apoya a nombres y apellidos, razones, perfiles, emociones, pero no por grupos electorales. La afinidad partidista está en declive, y sino interpretamos esto como una oportunidad para plantear una oposición unida, entreguémonos a Chávez.

Ángel Arellano
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lunes, 10 de diciembre de 2012

Venezuela: Prólogo del 16D


Reciente, temeroso y polémico el anuncio del pasado sábado por la noche. Ya no era el Chávez retador quien le hablaba a Venezuela en un horario Premium para las cadenas que realiza habitualmente, sino un experto comunicador que anunciaba a espectadores nacionales e internacionales una nueva arremetida del cáncer en su organismo.
No distó nunca esta realidad de la que voceros calificados de oposición informaron a la sociedad meses atrás. La vida de la Revolución dependía de si el mandatario ganaba o no las Presidenciales, y para ello el esfuerzo físico fue exagerado. Por tanto, ahora tocan anuncios como los de dejar al actual vicepresidente y canciller, Nicolás Maduro, a cargo de la silla presidencial mientras una nueva intervención quirúrgica en La Habana se abre puertas.
Sin embargo, la distracción no puede ser esta ante un escenario electoral tan próximo este domingo 16 de diciembre. Sabemos de los dotes que tiene el aparato comunicacional oficialista para perturbar la realidad y así ganar tiempo para consolidar sus victorias a billete limpio.
Analizar los escenarios próximos a unas posibles elecciones presidenciales no es tarea de esta semana. El objetivo inmediato es que la oposición actual, sus líderes regionales y dirigentes se mantengan en la palestra y no desaparezcan del mapa político aun cuando los errores han sido cuantiosos. El llamado sigue siendo a votar, salir a participar con gallardía. Conocemos del descontento que hay, pero las mentiras no cambian a verdades si no las combatimos y para ello los señalamientos se han hecho. El resultado del juego lo producen los jugadores y su capacidad de desempeño en el tapete, negociar las condiciones es una decisión que tomamos, no es obligatorio.
No haré de este espacio de opinión una trinchera de críticas e improperios hacia equipos políticos que consideramos, desde el sector de las nuevas generaciones, que pudieron tomar mejores decisiones para postular opciones a la ciudadanía que saldrá a votar este 16D, porque las cartas están echadas. Importante si es dejar claro que si la oposición no aprende de estos errores, como dejar sin líder nacional al país en pleno proceso electoral, no saldremos adelante como alternativa jamás.
Tras bastidores, la MUD debe ir pensando quien será el hipotético contendor a Nicolás Maduro de ser esto un hecho rotundo, aunque considero que reposar todo el trabajo en un salón de reuniones en este momento es bien equivocado.
Tengamos presentes que el chavismo sin Chávez es un mito en prosa y verso, porque ha sido público y notorio el grado de conflicto y división que en este sector existe: la permanente lucha entre quienes controlan el partido (PSUV) y el poder político con fines personalísimos profundamente lucrativos en lo económico.
Para cerrar, Transparencia Internacional en su más reciente informe sobre corrupción acaba de ubicar a Venezuela en el puesto 165 de 176 países analizados en el mundo. Somos la nación más corrupta de América Latina, un indicador que obviamente no es extraño por el nivel de despilfarro y saqueo al erario público ya conocido por estos 14 años de Gobierno Nacional.
La democracia de nuestro país es la que se encuentra en mayor índice de peligrosidad en el continente, la corrupción nos golpea tan fuerte como la inseguridad, dejando las arcas de todos los venezolanos como una polvorienta caja chica del PSUV y sus afines.
El poder desproporcionado e ilimitado de Chávez ha generado estos indicadores, vergonzosos y escandalosos para el resto del Planeta, quienes tienen los ojos puestos en lo que pueda suceder en los próximos días. ¡A votar!

Ángel Arellano
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