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miércoles, 27 de enero de 2016

A propósito del “pueblo analfabeta” de Héctor Rodríguez


"Ese muchacho es lo mejor que tiene el chavismo". Tengo años escuchando esa frase de muchas personas.
Héctor Rodríguez y un grupo de "ñángaras" ucevistas fueron un apéndice de la respuesta que tuvo Hugo Chávez ante la reacción de calle de los universitarios en 2007.
Se hizo popular por aprenderse de memoria algunos pasajes de los libros más famosos de la izquierda y por manejar un discurso de entrega total a la revolución y a la patria, coherente con la distorsión histórica que han impuesto en 17 años. Destacó como presidente del Centro de Estudiantes de la Escuela de Derecho de la UCV y luego estuvo a cargo de la Secretaría de Reivindicaciones de la Federación de Centros Universitarios. No se recuerda su paso en ninguno de los dos cargos porque su activismo dentro de la universidad solo sirvió para llamar la atención del comandante Chávez y no para aportar algo a la institución.
Liderando un grupo de estudiantes beneficiados por la Fundación Gran Mariscal Ayacucho (excluyente y “roja rojita”) justificó los destrozos de los grupos más radicales del chavismo en las universidades autónomas y privadas, quienes arremetieron con armamento y bombas contra las protestas en defensa de la libertad de expresión y luego en oposición a la propuesta de Reforma Constitucional. Posterior a eso, Rodríguez, al igual que el difunto Robert Serra, figuraron por dos características esenciales: una exposición gigantesca en los medios de comunicación que gustaban de su verbo encendido, y la bendición de un Hugo Chávez cuyo equipo juvenil se reducía a grupos de asalariados que agitaban banderas y gritaban consignas en los eventos políticos.
Conocí a Rodríguez en una asamblea en la UCV cuando era estudiante. Su ego y su ambición son dos elementos que lo describen formidablemente. No pocas veces su actitud despótica lo ha traicionado. Recordemos que como Ministro de Educación  dijo aquella frase que lo catapultó internacionalmente: “no vamos a sacar a la gente de la pobreza para que luego se conviertan en escuálidos”.
El manto protector de Rodríguez fue Chávez, quien por considerarlo el estudiante más “maduro” de la camada que organizó en 2007 y que acomodó con becas, salarios, escoltas, choferes, camionetas, apartamentos, viajes a Cuba para la formación doctrinaria a Cuba y mucho presupuesto para activismo político, lo nombró Ministro del Despacho de la Presidencia en agosto de 2008. De ahí en adelante ha pasado por distintas carteras: Ministerio de Deporte (2010), Vicepresidente del Área Social (2011), Ministerio de la Juventud (2013), Ministerio de Educación (2014). Ahora es el flamante jefe de la fracción minoritaria del PSUV en la Asamblea Nacional tras ser electo “de vainita” diputado por la lista del estado Bolívar, toda vez que la MUD ganó esa región con el 59,57% de los votos y el único diputado que obtuvo el PSUV fue Rodríguez.
En ninguna de las posiciones que ha ostentado Héctor Rodríguez dejó una obra o labor trascendental por la que se le recuerde. Y ahora, como diputado, la “lumbrera” de la juventud chavista, ahora con 34 años de edad y más “maduro”, nos expone otra de sus célebres frases por las que sí quedará en el registro de la historia: “no hicimos una economía productiva porque había un pueblo analfabeta”.

Ángel Arellano

martes, 26 de enero de 2016

La “mala leche” del Uruguay

 
            Dime con quién andas y te diré quién eres. El segundo gobierno de Tabaré Vásquez decidió acompañar al gobierno de Nicolás Maduro. Las relaciones con “el hijo de Chávez” las heredó de José Mujica, su antecesor; y Mujica, que destacó por el apoyo irrestricto a la administración de Hugo Chávez en tiempos de vacas gordas, llegando al hermanamiento y la solidaridad automática, heredó a su vez del primer gobierno de Tabaré Vásquez, las relaciones con el difunto. De tal manera que en ambos países la amistad gubernamental se han mantenido durante la última década básicamente porque quienes están en el poder son del mismo círculo.
            A pesar de que el actual secretario general de la OEA, Luís Almagro (ex canciller de Mujica y ex amigo de Maduro), uno de los uruguayos más influyentes a nivel internacional, desentona con la línea trazada por el Frente Amplio (coalición de centro-izquierda que llevó a Vásquez y a Mujica a la presidencia) convirtiéndose sorpresivamente en un fuerte crítico a las violaciones de los derechos humanos y al abuso de poder del “primer presidente chavista”, la administración del Dr. Vásquez ha seguido sosteniendo acuerdos en lo económico y en lo político con Venezuela… hasta que sonó una alarma.
            El gobierno de Venezuela adeuda desde el año pasado $95 millones a empresas lácteas del Uruguay. Las principales corporaciones que han sido afectadas son las siguientes: Conaprole, Pili, Claldy y Calcar. Ricardo de Aguirre, presidente del Instituto Nacional de la Leche, afirmó hace un par de días que “si no se cobra el dinero, estamos en quiebra todos”. Los productores de leche protestaron enérgicamente exigiendo al gobierno de Vásquez que exigiera a Venezuela el pago de lo pendiente, toda vez que existe un acuerdo bilateral firmado en julio de 2015 en el que Uruguay se comprometía a cancelar su deuda por concepto de petróleo (a precio preferencial) y Venezuela compraría $300 millones en alimentos. Vale destacar que el 70% de estos productores de leche son empresas familiares. Decía de Aguirre: “nosotros no estamos aquí (reclamando) por negocio, estamos porque (la producción lechera) es nuestra forma de vida”. A diferencia de Venezuela, país en el que conseguir un kilo de leche en polvo se ha convertido en una proeza titánica, en Uruguay el consumo de lácteos es amplísimo: anualmente se consumen 250 litros por persona.
            Pues bien, atendiendo el llamado y las presiones de Vásquez (y quizá del camarada Mujica), Maduro pagó $50 millones de lo adeudado con las lecheras. No obstante, se desconocen detalles sobre el cumplimiento del restante y, algo sumamente delicado y poco publicitado, es que Venezuela debe cancelar además $75 millones a empresas uruguayas como Fármaco Uruguaya, Laboratorios Lima, pinturas Promac  e Inca, Funsa y Urutransfor con la que se firmó un acuerdo de cooperación en mayo de 2013 en un encuentro en Montevideo encabezado por Maduro, Mujica, Almagro y Elías Jaua, para el suministro de transformadores eléctricos al Metro de Caracas.
            Siempre se creyó que la petrochequera venezolana nunca se agotaría. Ahora, los productores pagan las consecuencias. La “mala leche” del Uruguay es juntarse a un gobierno autocrático, que no respeta los DDHH y que no tiene idea del manejo económico. Si el pueblo venezolano está sufriendo en colas producto de la escasez, las expropiaciones, las mafias y el desmantelamiento del aparato productivo nacional, cosa ampliamente conocida en el Uruguay, ¿por qué Vásquez persiste en hacer negocios con Maduro? Las tajadas son jugosas, claro está. En los acuerdos, por ejemplo, se tasa el kilo de queso en $5,30 cuando en otros mercados más serios y responsables lo pagan en $2. Grandes ganancias y comisiones que ahora no se verán porque la deuda se traga todo y quienes sufren son los de abajo.

Ángel Arellano

lunes, 18 de enero de 2016

Henry Ramos: “Come back!”


         Hace 76 semanas el Dr. Ramón Guillermo Aveledo dejaba su cargo como secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática. El anuncio fue el miércoles 30 de julio de 2014 durante la sesión solemne del Concejo Municipal de El Hatillo con motivo del 231 aniversario del nacimiento del Libertador Simón Bolívar. Un día muy triste para la Unidad, pues aunque cambiaba su “puesto de lucha”, como él mismo refirió incontables veces, me parece, y quisiera equivocarme pero confío en que no lo estoy haciendo, que no hay otra figura con sus credenciales, experiencia e intelecto, para asumir tan noble empresa.
                Entre las frases más importantes de aquel discurso del Dr. Aveledo, rescato una que tiene gran significación: “En la Unidad nunca hemos preguntado de dónde venimos, porque lo que nos importa es estar de acuerdo en a dónde vamos”. Un comentario superficial si tomamos en cuenta que  representa una verdad a la vista pues no pocos de los dirigentes de la Unidad tienen una carrera política muy diversa en la que han ido de un partido al otro buscando su espacio. Pero, también es un comentario profundo, pues esta verdad, poco reflexionada, es la esencia y fuerza real de la Unidad: todos provienen de distintos caminos pero van hacia la misma meta.
                La noche del martes 29, horas antes del mencionado hecho, el Dr. Aveledo se encontraba en la sede del CEN de AD. Ahí, estuvo reunido un par de horas con Henry Ramos Allup. Tuve la oportunidad de participar en el encuentro por unos 45 minutos, toda vez que en aquel instante, trabajando con el diputado por Anzoátegui Carlos Andrés Michelangeli, dimos una “pasadita a saludar” que terminó en una agradable conversación.
                Fue un gusto escuchar al Dr. Aveledo y a Henry Ramos charlando sobre el parlamento, los retos que se presentaban para la Unidad ante la crisis de la democracia y el caos del gobierno. El diálogo entre los dos hombres más influyentes en la oposición (salvando las distancias, más por las características del momento que por  las condiciones de los perfiles, con López, Capriles, Ledezma y Machado) estaba repleto de paréntesis literarios, referencias históricas y recuerdos de los tiempos de ambos en la Cámara de Diputados. Un demócrata-cristiano y un social-demócrata en pleno acuerdo sobre la forma y el fondo, el cómo y el cuándo se le iba a dar la estocada al régimen en días en los que la gente sólo hablaba de calle, de protesta y de alzamientos: las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015.
                Aproveché aquél encuentro para mostrar a Henry mis notas de “Reflexiones sobre el liberalismo” (Ediciones Nueva Visión, 2007), su interesantísimo libro de 528 páginas en el que hace un extenso recuento, pormenorizado, acucioso, excesivamente detallista, de la doctrina liberal. El Dr. Aveledo, fino escritor con más de 15 obras publicadas, ofreció generosas palabras al respecto. Las agradecí y luego nos retiramos. Sin embargo, había notado en algunos gestos del secretario general de AD, una preocupación oculta. Al día siguiente me enteraría por la prensa el por qué: Aveledo dejaba la secretaría ejecutiva de la MUD.
                Casi dos años después, Henry Ramos es el nuevo presidente de la Asamblea Nacional. El parlamentario profesional, que ha destacado con su oratoria, pero también con su escritura, es quien lleva las riendas de esta nueva lucha entre el bien y el mal. Muchos se han impresionado con el impacto de los últimos discursos de Ramos, al punto que Luís Vicente León, director de la consultora Datanálisis, aseguró que en los días que lleva la Asamblea Nacional dirigida por el adeco, su partido ya se posiciona en la opinión pública como el principal referente de la oposición, lo cual no es más que una grata sorpresa. AD está de vuelta. “Come back!”.

Ángel Arellano

sábado, 16 de enero de 2016

Sobre el discurso de Henry Ramos en la Memoria y Cuenta



En honor a la verdad, después del ruido de Maduro, copado de incoherencias, falsedades y una pobreza intelectual asombrosa, cualquier musiquita suena mejor.
Pero también en honor a la verdad, quien lo sucedió en la palabra, para cerrar el acto de Memoria y Cuenta del Presidente ante el Parlamento, le dio una barrida olímpica. El nuevo jefe de la Asamblea Nacional aprovechó cada segundo para posicionar una verdad: "Este es un acto del Legislativo". La realidad es otra. La AN ya no es un ente mudo, sin nada que decir ni qué aportar. Ahora, cuando el viento sopla en otra dirección, el chavismo tuvo que soportar, y en cadena nacional, que se las cantaran una a una, sin dejar por fuera que aun quedan cinco años de acción legislativa disidente. Así que pónganse cómodos, porque el show apenas comienza.
"La imagen de los hombres públicos está sujeta a discusión".
Como de costumbre, Henry Ramos ofreció un discurso sólido que se opuso a las embestidas de las ardientes (y "angustiadas") barras chavistas. Su disertación duró 35 minutos. La estructura fue la siguiente: algunos apuntes urgentes para refrescar la memoria, cierto espacio para la improvisación y un encuadre planificado con argumentos indiscutibles: la polémica con la imagen de Bolívar, la expulsión de la imagen de Chávez y Maduro del Palacio Federal Legislativo y otros episodios brevemente citados. No dejó punto por tocar, ni cuenta por saldar. Dentro de éstas, la más esperada: el pase de factura a Diosdado Cabello luego de que el ex presidente de la AN hubiera recomendado en el pasado unos supositorios de moringa al civil que terminó sucediéndolo en el cargo.
Ramos identificó a los culpables de la crisis, todos sentados en el Hemiciclo, menos el difunto: Chávez, el gabinete incompetente, los militares politizados, los funcionarios corruptos, los despilfarradores del petróleo en tiempos de vacas gordas y pésimos administradores durante las vacas flacas, Merentes, el BCV rojo rojito, entre otros. No faltó pólvora ni faltaron cañonazos. "Pareciera que por las empresas de Guayana pasó Terminator". "El militar que quiera hacer política que cuelgue el uniforme (...) los militares no pueden participar en actividades políticas".
En este primer round con Maduro en la Asamblea, Henry se animó a decir algo que nadie se atrevía a asomar. Dejó a un lado el cálculo del impacto político en el electorado y soltó su cantaleta: el culpable de esto es Chávez, "a Maduro le tocó la botija vacía". Hacía falta que Venezuela escuchara eso en cadena nacional porque vamos para tres años de mitificación permanente, por todos los medios de propaganda conocidos, de un personaje que dejó como herencia el caos político, la sequía económica , la violencia social y el deterioro cultural de una nación.
En palabras de Ramos, acá las acostumbradas excusas del gobierno ante el desastre: "El enemigo anterior, la cuarta; el enemigo interior, la ultraderecha; y el enemigo exterior, el imperialismo". Aprovechó para subrayar que la oposición no ha incursionado en ninguna empresa golpista y añadió, cosa que ganó el silencio de toda la tropa chavista presente, una anécdota que también hacía falta decirla en cadena nacional para tapar la boca de un montón de gente:
"Hubo vacío y hubo golpe (...) Cuando nosotros (varios parlamentarios, Ramos, Maduro, etc.) estábamos afuera en las puertas del Hemiciclo (marzo de 2002), yo le di una declaración a la periodista Doris Villarroel en la que dije: 'está fraguándose un golpe de Estado de sectores plutocráticos y militares gorilas'. El periódico se lo llevaron a Miraflores William Lara, Iris Valera y no sé qué otro diputado, y se lo enseñaron el presidente Chávez y él dijo: 'ese es un adeco hablando tonterías'. Y a los 12 días le dieron el trancazo su alto mando militar de él. Su alto mando militar que él había nombrado".
El discurso de Henry Ramos fue muy bueno, un mensaje que hace años hacía falta en cadena nacional, pues un país gobernado tanto tiempo por el autoritarismo de un solo ser que no daba oxígeno a sectores diferentes, estaba sufriendo una intoxicación populista mientras a la par se desmontaba el recuerdo de la democracia y la libertad de expresión.
"Lo que estoy diciendo, aunque a algunos oídos desentone, señor general".
Ángel Arellano

lunes, 11 de enero de 2016

El último mohicano del chavismo


Cuentan los chismes caraqueños que a quien hoy es el flamante vicepresidente del gobierno de Nicolás Maduro alguien le dijo una vez: -¡Aristóbulo! Eres el segundo negro más importante de Venezuela -. -¿El segundo? ¿Y quién es el primero? -. -¡El petróleo! -.
La morisqueta sólo sirvió para las carcajadas del momento porque como insinuación se quedaba coja. No obstante, tiempo después pareciera que aquella pretensión chistosa terminó materializándose en los hechos. El salto de la fábula a la realidad lo vemos ahora, cuando al "Negro Aristóbulo", como se le conoce en el mundo político (sin ningún amago racista, por cierto), se coloca en el ojo del huracán como el número dos de la nómina del chavismo y el “negro” con más importancia en la escena política.
Aristóbulo ha dado acrobacias olímpicas en su dilatada trayectoria política. Ha recorrido los caminos de Acción Democrática, el Movimiento Electoral del Pueblo, La Causa Radical, Patria Para Todos y el Partido Socialista Unido de Venezuela. En todos ha figurado. Como militante de cada organización alcanzó notoriedad pública y respeto político, primero como defensor a ultranza de la descentralización llegando a ser incluso alcalde electo de Caracas (1993-1996), y luego defendiendo el “Estado comunal” propuesto por Hugo Chávez dando paso a un profundo proceso de recentralización.
En la nueva empresa que inicia, la que puede terminar siendo su última batalla en las filas del chavismo gobernante, se distingue por ser el único dirigente con cualidades aparentes para el diálogo con sus adversarios políticos. Sin embargo, sucede que en estos tiempos es difícil dar mucha cuerda a esa apreciación pues el chavismo se ha caracterizado por la deshonra de sus compromisos, salvo los de índole económica particular, porque si algo es notorio, es que ningún miembro del alto mando del PSUV está pasando hambre o sale mal vestido a la calle.
El primer discurso del Aristóbulo vicepresidente fue burdo, sin fondo. En vez de proponer alguna idea para solucionar la crisis, o que orientara los esfuerzos del nuevo gabinete hacia esa meta, aunque sea para efectos decorativos y estéticos, pidió pintar murales de Chávez en todo el país. La orden es vaciar algunas cajas chicas para manchar las calles del país con el retrato del difunto y así quien haga cola, recuerde por qué y por quién estamos como estamos. En fin, pedir peras al olmo.
Tal como se dan los hechos, Istúriz viene a ser el último mohicano de esa masa amorfa que es el chavismo. Para salvar su pellejo, y capaz que para intentar salvar el del gobierno que representa, puede que establezca eventuales contactos con la oposición. Todo es hipotético, estas acciones responderán a las diversas dinámicas que se presenten en el escenario político y al grado de miopía de Miraflores. Lo cierto es que el nuevo número dos del Ejecutivo conoce a la clase política democrática porque ahí creció, esa fue su escuela (reprobó todos los exámenes, claro está, y nadó a las orillas del autoritarismo). Militó en el mismo AD en el que se encontraba el hoy presidente de la AN, Henry Ramos Allup (en esferas muy distintas), también en La Causa R con el ahora primer vicepresidente de la AN, Enrique Márquez, así como en Patria Para Todos junto con el hoy segundo vicepresidente de la AN, Simón Calzadilla, por lo que Aristóbulo, si lo desea, puede activar un canal de conversación con la directiva del nuevo Parlamento.
Como corolario, podemos decir que Istúriz es el único en la primera línea de mando del Ejecutivo que no ha sido acusado de tener vínculos con el narcotráfico, del resto todos los jerarcas civiles y militares del chavismo tienen por lo menos una investigación internacional relacionada al comercio ilícito de drogas. De corrupto sí, de acomodaticio también. Así es la política, un mundo lleno de pantanos y desiertos.

Ángel Arellano

miércoles, 6 de enero de 2016

La partida de Aristóbulo

Adiós Aristóbulo. Como sabrás, los anzoatiguenses no te extrañaremos. No habrá nostalgia ni recuerdos, pero sí el espacio necesario para un cuestionamiento general: ¿cómo pudimos permitir tu paso por la Gobernación del estado? ¿Cómo caímos tan bajo? ¿Por qué?
En la coyuntura de 2012, luego de la última elección de Chávez y el maremoto de su enfermedad, una oposición golpeada por el triunfo del ahora difunto apenas pudo mantener el Ejecutivo en tres regiones: Miranda, Lara y Amazonas.
Tú asumiste el control de Anzoátegui, de los alcaldes y diputados oficialistas, del PSUV, de la Faja Petrolífera, del Criogénico de Jose, de la cementera, de las empresas públicas quebradas y de cuanto órgano político asociado al régimen hiciera vida en nuestra región.
¿La resulta de tu gestión? Nada. El vacío. Silencio. Mañana Anzoátegui despierta sin gobernador y no sentirá la diferencia porque nunca exististe. Solo fungiste como figura decorativa de una Constitución que exige un gobernador en cada estado. Te dedicaste a "aceitar" una maquinaria política que ya estaba fundida, y como muestra, la oposición dobló al PSUV en el reciente evento electoral del pasado 6 de diciembre.

Tu centro de operaciones siempre estuvo en Caracas, ciudad de tu historia. Anzoátegui no te debe nada, sin embargo, tú sí nos debes mucho. Orientaste los recursos públicos al fortalecimiento de tu partido, de tu gente, de tus empresarios amigos, de tus contratistas cercanos. Sin éxito, claro está. La historia nos dará el instante para cobrar, por medio de la ley, el saqueo rojo que encabezaste.
Maduro ha asumido el gran costo interno de sustituir al "yerno" de Chávez para llevarte a la vicepresidencia porque necesita alguien que, llegado el momento, tras todas las tensiones que ustedes están desatando a partir de la elección de una Asamblea Nacional que perdieron y en la que son el dibujo de una minoría desubicada, ignorante de la democracia e irrespetuosa de los resultados electorales, tengan que hablar con la oposición. Tú sabes que así es la política, hay que dialogar y lograr acuerdos. Además, sabes que la radicalización del desastre que han montado fue lo que los llevó al fondo del estanque y seguir con esto no evitará que se hunda el bote con los restos del chavismo que aún sigue a flote.
Maduro juramenta lo que pudiera ser su último gabinete. No lo sabemos. Y ahí estás, supliendo a Diosdado, siendo el número dos de la nómina, no sabemos si el dos del poder real. Éste, desde luego, puede que sea tu último cargo en el gobierno del chavismo, aunque no pecaremos con el atrevimiento de asegurarlo pues ustedes acuñaron la frase "no volverán", y, resulta, para tu desgracia, que volvieron… los otros.

Como dicen por ahí, "no alcanzó el aceite para freír tantas cabezas".

Ángel Arellano

Otro currículo… otro venezolano más


            El salón de ventas de la tienda mide a lo largo unos 14 metros y tiene otros ocho de ancho. Durante el día, cuando está lleno de clientes interesados, el encargado hace dúo con la cajera facturando y envolviendo cosas para regalo. Como añadido, recibe lo que ingresa: nueva mercancía y hojas curriculares.
                La mañana siguiente, jueves, cuando la tienda abrió sus puertas, el encargado revisó toda la correspondencia de la jornada anterior. Entre los papeles, despuntaba una docena de hojas curriculares, a las que les dio lectura en voz alta. De 12 currículos, 10 eran de venezolanos. Sus descripciones eran simples, apenas reseñaban datos elementales de nombre, dirección, teléfono, capacidades básicas y educación elemental. 25 años fue la edad promedio. La información sorprendió a los presentes en el salón, pues dos de los vendedores y la cajera de la tienda son jóvenes emigrantes venezolanos.
                Uno de ellos tomó la iniciativa. “Vamos a darle una revisada a esos papeles”.
                De los 10 venezolanos uno era diseñador gráfico, otro ingeniero, otro contador público, otro licenciado en comercio exterior, también había una economista y una arquitecto. Los cuatro restantes resumieron toda su información académica en el título de bachillerato.
                El asombro fue mayúsculo en el salón de ventas, pues los tres venezolanos que ahí laboran también son profesionales: uno en ingeniería, otro en comunicación social y otro en docencia. Cosa similar sucede en la tienda contigua, en la que hay cuatro venezolanos trabajando, egresados en áreas como contaduría, administración y periodismo.
                Aquel jueves a media tarde un joven caraqueño se acercó con la fotocopia de su currículo. De rostro cansado y agitado por lo que seguro había sido una semana interminable de entrega de hojas de vida por toda la ciudad, conversó con uno de los venezolanos empleados en la tienda. Se saludaron y éste último le preguntó al citadino cómo iba la búsqueda de trabajo:
“Bien, todo cansón pero bien. He visitado los centros comerciales y algunas avenidas”, respondió. “¿No tienes ninguna carrera universitaria? Porque en el papel solo dice que eres bachiller en ciencias”, atizó el vendedor. “Sí tengo, claro, soy ingeniero agrónomo, pero cuando llegué me dijeron que ni se me ocurriera colocar eso en el currículo porque me iban a descartar en todos los trabajos por estar sobre-calificado en cualquier tienda o rebusque de medio tiempo”. “Así es. Aquí todos los venezolanos somos profesionales. Es extraño que alguien no lo sea. Lo bueno es que todos tenemos trabajo. Claro, primero esto para comenzar y luego algo mejor. Se consiguen las cosas y se puede vivir”. “Eso escuché. Voy a seguir intentando porque no tengo ahorros en dólares. Antes de venirme de Venezuela el dólar estaba tocando el cielo…”.
Luego de un abrazo, el vendedor le apuntó su número de teléfono y prometió recomendarlo con el encargado.
A la semana siguiente, el joven que recién llegaba a la ciudad era entrevistado por la supervisora de recursos humanos de la tienda, quien está a cargo del personal de otras 20 sucursales y siempre necesita gente nueva para incluir en la plantilla. “Te vamos a dar la oportunidad acá porque tengo a muchos venezolanos y me ha ido muy bien con ellos. Son responsables y tienen ganas de trabajar. Varios ascendieron en la empresa y lo van a seguir haciendo. Quiero que comiences aquí y luego vamos viendo. Sé que necesitas la plata y te daremos comisiones de acuerdo a tu desempeño”, dijo la mujer.
Así inició otro compatriota en la tienda. Con una historia similar van ingresando decenas en puestos de mayor relevancia.
Cada día llegan tres venezolanos al Uruguay y pareciera que la cifra va en ascenso. La diáspora es la peor herida que ha dejado la Revolución.

Ángel Arellano

domingo, 3 de enero de 2016

Sobre la elección del próximo presidente de la Asamblea Nacional

Algunos datos importantes:

El directorio de la AN corresponde al sector opositor por contar con las 2/3 de las curules.
Hoy, en un evento histórico y sin antecedentes, el nuevo bloque parlamentario de la Unidad conformado por 112 diputados, elegió al presidente de la AN en una votación secreta que arrancó a las 3:00pm y terminó a las 6:00pm. Minutos después se dieron a conocer los resultados.
Se disputaban el cargo el secretario general de AD, Henry Ramos Allup, y Julio Borges, coordinador de Primero Justicia. El adeco resultó victorioso. La proclamación la realizó el Secretario Ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba. No hubo perdedores. El segundo en la elección, Julio Borges, se convirtió automáticamente en el Jefe de la Fracción de la Unidad.
La MUD ya designó al diputado Enrique Marquez como 1er. Vicepresidente. Se espera que el diputado Simón Calzadilla sea 2do. Vicepresidente y la Secretaría de la AN sería asumida por Voluntad Popular (aun no confirmado).
Indiscutiblemente esto es, sin duda, un salto gigantesco que cambia en su totalidad la dinámica cavernaria con la que el chavismo seleccionaba su directiva e imponía decisiones en el Poder Legislativo. Y, además, se espera que el PSUV tenga espacio en las Comisiones Permanentes, en contraste con la anterior legislatura en la que la oposición fue despojada arbitrariamente de la directiva de las Comisiones por quien es hoy diputado de la minoría en el estado Monagas, Diosdado Cabello.
La Unidad da un paso adelante, ejemplarizante y espléndido. Estamos viviendo un grato momento, aun en medio de la turbulencia y las tensiones propias de estos tiempos.
111 diputados votaron. 62 a favor de Henry Ramos Allup, quien será el abanderado de la Unidad para presidir la Asamblea Nacional. La foto del momento del anuncio, me la envió mi amigo Carlos Andrés Michelangeli: Julio Borges informa triunfo de Allup, lo cual no puede ser otra cosa que un buen presagio.
Comienza entonces la actividad del nuevo bloque parlamentario de la Unidad.