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lunes, 18 de enero de 2016

Henry Ramos: “Come back!”


         Hace 76 semanas el Dr. Ramón Guillermo Aveledo dejaba su cargo como secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática. El anuncio fue el miércoles 30 de julio de 2014 durante la sesión solemne del Concejo Municipal de El Hatillo con motivo del 231 aniversario del nacimiento del Libertador Simón Bolívar. Un día muy triste para la Unidad, pues aunque cambiaba su “puesto de lucha”, como él mismo refirió incontables veces, me parece, y quisiera equivocarme pero confío en que no lo estoy haciendo, que no hay otra figura con sus credenciales, experiencia e intelecto, para asumir tan noble empresa.
                Entre las frases más importantes de aquel discurso del Dr. Aveledo, rescato una que tiene gran significación: “En la Unidad nunca hemos preguntado de dónde venimos, porque lo que nos importa es estar de acuerdo en a dónde vamos”. Un comentario superficial si tomamos en cuenta que  representa una verdad a la vista pues no pocos de los dirigentes de la Unidad tienen una carrera política muy diversa en la que han ido de un partido al otro buscando su espacio. Pero, también es un comentario profundo, pues esta verdad, poco reflexionada, es la esencia y fuerza real de la Unidad: todos provienen de distintos caminos pero van hacia la misma meta.
                La noche del martes 29, horas antes del mencionado hecho, el Dr. Aveledo se encontraba en la sede del CEN de AD. Ahí, estuvo reunido un par de horas con Henry Ramos Allup. Tuve la oportunidad de participar en el encuentro por unos 45 minutos, toda vez que en aquel instante, trabajando con el diputado por Anzoátegui Carlos Andrés Michelangeli, dimos una “pasadita a saludar” que terminó en una agradable conversación.
                Fue un gusto escuchar al Dr. Aveledo y a Henry Ramos charlando sobre el parlamento, los retos que se presentaban para la Unidad ante la crisis de la democracia y el caos del gobierno. El diálogo entre los dos hombres más influyentes en la oposición (salvando las distancias, más por las características del momento que por  las condiciones de los perfiles, con López, Capriles, Ledezma y Machado) estaba repleto de paréntesis literarios, referencias históricas y recuerdos de los tiempos de ambos en la Cámara de Diputados. Un demócrata-cristiano y un social-demócrata en pleno acuerdo sobre la forma y el fondo, el cómo y el cuándo se le iba a dar la estocada al régimen en días en los que la gente sólo hablaba de calle, de protesta y de alzamientos: las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015.
                Aproveché aquél encuentro para mostrar a Henry mis notas de “Reflexiones sobre el liberalismo” (Ediciones Nueva Visión, 2007), su interesantísimo libro de 528 páginas en el que hace un extenso recuento, pormenorizado, acucioso, excesivamente detallista, de la doctrina liberal. El Dr. Aveledo, fino escritor con más de 15 obras publicadas, ofreció generosas palabras al respecto. Las agradecí y luego nos retiramos. Sin embargo, había notado en algunos gestos del secretario general de AD, una preocupación oculta. Al día siguiente me enteraría por la prensa el por qué: Aveledo dejaba la secretaría ejecutiva de la MUD.
                Casi dos años después, Henry Ramos es el nuevo presidente de la Asamblea Nacional. El parlamentario profesional, que ha destacado con su oratoria, pero también con su escritura, es quien lleva las riendas de esta nueva lucha entre el bien y el mal. Muchos se han impresionado con el impacto de los últimos discursos de Ramos, al punto que Luís Vicente León, director de la consultora Datanálisis, aseguró que en los días que lleva la Asamblea Nacional dirigida por el adeco, su partido ya se posiciona en la opinión pública como el principal referente de la oposición, lo cual no es más que una grata sorpresa. AD está de vuelta. “Come back!”.

Ángel Arellano

jueves, 6 de marzo de 2014

Carta irreverente a la MUD

Barcelona, 06 de marzo de 2014

Hermanos de la MUD,

            El Movimiento Universitario venezolano en las últimas semanas ha dado muestras claras de una gran capacidad de organización nacional y echa bases en la conexión con las demandas sociales de la población. Necesario es decir, que tal movimiento no sólo funciona tras las caras visibles de los voceros de las principales casas de estudio superior en la capital, sino que el mismo andamiaje se replica en el interior del país con igual fuerza y coherencia. Es decir, es la UCV, la UCAB y las universidades caraqueñas, y también en las aulas del resto de Venezuela se coordinan agendas y mensajes del mismo peso social que reciben un notable apoyo de la sociedad.
Tal concierto se vive en las universidades del norte, centro y sur de Anzoátegui, de donde escribo. Pero también en la región zuliana, andina, occidental. ¿O es que acaso las vastas movilizaciones en Táchira, Mérida, Carabobo y Bolívar no responden a un todo organizado tras el llamado de la causa?
            Quien redacta fue miembro del Movimiento Universitario en 2007 cuando aquel estallido juvenil por la defensa de la libertad de expresión despertó a las masas y cristalizó su salida en el triunfo en contra de la Reforma Constitucional que propuso el hoy difundo Presidente Chávez.
            Tanto en aquel como en el actual momento se engranó la fuerza estudiantil tras el estandarte de un valor poderoso y el protagonismo de la lucha y sus liderazgos emergentes se repartieron entre las provincias sin mayor conflicto de intereses que el de ponerse de acuerdo en base a acuerdos, aun cuando estamos hablando de jóvenes inexpertos, irreverentes e impetuosos.
            Hoy, cuando las demandas sociales han llegado al extremo del colapso, cuando el país desahuciado y en bancarrota no puede soportar más el teatro que lo desgobierna, el estudiantado ha dicho presente motivado por un sector político que con la oreja pegada al asfalto, llamó a protestar por los mil y un males que aquejan a la población general.
            Tal cosa no sucedió en la institución que cohesiona las organizaciones políticas contrarias al oficialismo. La Mesa de la Unidad Democrática ha actuado con tal divorcio de la realidad que sus voceros en Caracas y en las regiones han llegado a preguntar tamaña respuesta como “¿y ahora para dónde va esto?”. Si la MUD, centro de convivencia de los más distinguidos líderes y dirigentes políticos de la democracia no se encuentra sinónima a la rebelión que se vive en las calles, pues seguirá cumpliendo penoso papel, con todo respeto. La MUD en casi toda la República se inactivó el 9 de diciembre, luego de las elecciones, y apareció el 12 de febrero en la noche para llamar al cese de actividades por tres días tras el saldo de muertos que dejó la arremetida de la GNB, Sebin y colectivos armados. Planteamiento, que como ya vimos en el pasar de los días, no fue acatado por nadie.
            Es por ello que vemos situaciones vergonzosas como la declaración del diputado Julio Borges llamando a la desmovilización en conmemoración al primer aniversario de la muerte del caudillo Chávez, cuando el propio gobierno aún se encontraba de farra celebrando unos Carnavales al que nadie asistió. ¿Cómo es eso de la violencia "de lado y lado" cuando los muertos los pone la oposición y la represión la ejecuta el gatillo de los cuerpos de seguridad y equipos paramilitares del Estado? Peor, ¿cómo se "orienta la protesta" si no se es partícipe de ella? Lastimosamente, y hay que decirlo, Borges fue criticado por la abrumadora mayoría de quienes se encontraban protestando en las calles y la opinión pública condenó la declaración.
            ¿Debe pasar por tan vergonzosos episodios la MUD a sabiendas que hay gente sumamente capaz dentro de sus filas? Sobran intelectuales, opinadores, críticos de vara alta que desde la poltrona de su hogar condenan esto o aquello y justifican cualquier accionar del gobierno como si las veinte muertes que lleva la protesta de calle no le doliera en las entrañas al país que reclama cambio. Cada fallecido de manera individual merece un mensaje en su honor, un funeral público, un obituario solidario con familiares, amigos y compañeros.
            Muchos partidos de oposición han dicho cosas como “falta integrar al barrio, a los pobres”, desconociendo que los pobres también están peleando en sus espacios. Semeja tal expresión a la de aquellos que preguntaron “¿y los sectores populares entenderán lo que significa romper relaciones con Panamá?”.
Probablemente los eruditos en relaciones internacionales no vivan en ranchos, pero más allá de que lo entiendan o no, padecen de los desastres del gobierno. De faltar producto de la deuda de $1200 millones, las 49.478 toneladas largas de carga que provienen de la nación centroamericana, acrecentará drásticamente la escasez. Eso hay que decirlo, reproducirlo en asambleas populares porque la gente no se suma a la protesta por inercia, se une cuando ve que la causa de las marchas es su causa, cuando el grito de las consignas es su grito y cuando el ruido de las cacerolas es su ruido.
Es incierto decir desde el lujo de la encuesta de coyuntura que en las barriadas hay una mayoritaria aprobación a la gestión gubernamental. La red de salud Barrio Adentro está desmantelada junto a las misiones, Mercales, Pdvales y la gente de esos sectores están en las cercanías de los abastos tradicionales (privados) haciendo colas de cientos de metros. El oficialismo no encontró argumento para rebatir las penosas declaraciones del infame camarada que administra el Ministerio de Educación. Esto ha indignado al pueblo, por eso apariciones como las de Yeiker, el muchacho de Petare que dijo “Ministro déjeme soñar, yo también puedo llegar a ser Ministro” fueron celebradas por la sociedad, un mensaje que hasta el momento no había salido de los laboratorios de la democracia.
¿Puede o no hacer la MUD un esfuerzo que la compare en cuanto a organicidad y acción al Movimiento Universitario? ¿Puede o no superar su alarmante pasividad y ser parte de la emergencia de una movilización social que no solo responde a fiebre política sino al hambre, el desempleo, la escasez, la inseguridad y la decepción con el régimen?
Creo que una de las causas que ha hecho ajena a la MUD como ente aglutinador en el momento que redacto es el predominio del ego y de los intereses ocultos de cada organización. Nos consta que hay gente sumamente inteligente no solo en la conformación de la MUD, sino en su dirección nacional y en muchas regiones, pero eso debe traducirse en acompañamiento a la calle, al encuentro de los iguales.
Hacemos un llamado amigo a aquellos ilustres, intelectuales, profesores, maestros, que apoyan a la causa democrática a ser colaboradores de la lucha no solo en la facilidad de la red social, sino en las reuniones populares y encuentros de calle para que nutran con sus luces a la población. No podemos dejar de ajuntarnos a esas masas que están en la calle a la espera de refuerzos de las barriadas porque somos la misma gente. Es falso que el pobre no protesta, es falso que es una causa de clase media. Quien hable de eso le hace el juego al gobierno tanto o más que el que habla de diálogo sin condiciones. Los que asistimos a la calle podemos ser observadores de la verdad y por tanto criticamos pronunciamientos de la MUD que se presentan altisonantes para con lo que se vive en el país.
Es tiempo de la verdad, y la verdad se construye uniéndonos a la esperanza ciudadana de cambio. Todo lo que se ha hecho en la oposición por años, algunas acciones equivocadas otras muy certeras propias del batallar contra este régimen, ha sido para reemplazar a quienes destrozan nuestro país. No confundamos a la gente con interrogantes propias de un extranjero. Seamos amigos de la realidad, y al igual que el Movimiento Universitario, tengamos la valentía de engranar la maquinaria nacional en acompañamiento a la gente porque resulta sumamente preocupante la inacción de muchos sectores que siquiera han dicho “aquí estoy, con qué puedo ayudar”.
Unidad, Unidad y más Unidad. Que prive el compromiso, la coherencia y la calle. Juntos vencemos.


Ángel Arellano

Twitter: @angelarellano
Email: asearellano@yahoo.es