Hace
76 semanas el Dr. Ramón Guillermo Aveledo dejaba su cargo como secretario
ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática. El anuncio fue el miércoles 30
de julio de 2014 durante la sesión solemne del Concejo Municipal de El Hatillo
con motivo del 231 aniversario del nacimiento del Libertador Simón Bolívar. Un
día muy triste para la Unidad, pues aunque cambiaba su “puesto de lucha”, como
él mismo refirió incontables veces, me parece, y quisiera equivocarme pero
confío en que no lo estoy haciendo, que no hay otra figura con sus
credenciales, experiencia e intelecto, para asumir tan noble empresa.
Entre las frases más importantes
de aquel discurso del Dr. Aveledo, rescato una que tiene gran significación: “En la Unidad nunca hemos preguntado de dónde venimos, porque lo que
nos importa es estar de acuerdo en a dónde vamos”. Un comentario superficial si
tomamos en cuenta que representa una
verdad a la vista pues no pocos de los dirigentes de la Unidad tienen una
carrera política muy diversa en la que han ido de un partido al otro buscando
su espacio. Pero, también es un comentario profundo, pues esta verdad, poco
reflexionada, es la esencia y fuerza real de la Unidad: todos provienen de
distintos caminos pero van hacia la misma meta.
La noche del
martes 29, horas antes del mencionado hecho, el Dr. Aveledo se encontraba en la
sede del CEN de AD. Ahí, estuvo reunido un par de horas con Henry Ramos Allup.
Tuve la oportunidad de participar en el encuentro por unos 45 minutos, toda vez
que en aquel instante, trabajando con el diputado por Anzoátegui Carlos Andrés
Michelangeli, dimos una “pasadita a saludar” que terminó en una agradable conversación.
Fue un gusto
escuchar al Dr. Aveledo y a Henry Ramos charlando sobre el parlamento, los
retos que se presentaban para la Unidad ante la crisis de la democracia y el
caos del gobierno. El diálogo entre los dos hombres más influyentes en la oposición
(salvando las distancias, más por las características del momento que por las condiciones de los perfiles, con López,
Capriles, Ledezma y Machado) estaba repleto de paréntesis literarios,
referencias históricas y recuerdos de los tiempos de ambos en la Cámara de
Diputados. Un demócrata-cristiano y un social-demócrata en pleno acuerdo sobre la
forma y el fondo, el cómo y el cuándo se le iba a dar la estocada al régimen en
días en los que la gente sólo hablaba de calle, de protesta y de alzamientos:
las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015.
Aproveché aquél
encuentro para mostrar a Henry mis notas de “Reflexiones sobre el liberalismo”
(Ediciones Nueva Visión, 2007), su interesantísimo libro de 528 páginas en el
que hace un extenso recuento, pormenorizado, acucioso, excesivamente
detallista, de la doctrina liberal. El Dr. Aveledo, fino escritor con más de 15
obras publicadas, ofreció generosas palabras al respecto. Las agradecí y luego
nos retiramos. Sin embargo, había notado en algunos gestos del secretario
general de AD, una preocupación oculta. Al día siguiente me enteraría por la
prensa el por qué: Aveledo dejaba la secretaría ejecutiva de la MUD.
Casi dos años
después, Henry Ramos es el nuevo presidente de la Asamblea Nacional. El
parlamentario profesional, que ha destacado con su oratoria, pero también con
su escritura, es quien lleva las riendas de esta nueva lucha entre el bien y el
mal. Muchos se han impresionado con el impacto de los últimos discursos de
Ramos, al punto que Luís Vicente León, director de la consultora Datanálisis,
aseguró que en los días que lleva la Asamblea Nacional dirigida por el adeco,
su partido ya se posiciona en la opinión pública como el principal referente de
la oposición, lo cual no es más que una grata sorpresa. AD está de vuelta.
“Come back!”.
Ángel Arellano
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