Aquí encuentras mi opinión, lo que pienso sobre Venezuela y el momento que nos ha tocado vivir. Lecturas, crónicas, artículos, relatos y crítica... Bienvenidos.

lunes, 3 de marzo de 2014

El reconocimiento del otro

          Las sobreexpuestas pasiones políticas han caldeado el panorama hasta el extremo de sentirnos en un territorio en ebullición. No es para menos, se contabilizan 18 muertos, 33 torturados, más de 800 detenidos y una cifra de heridos no exacta producto de la misma trifulca en la que se ha sumido el país. Estamos a centímetros de una explosión inaudita, las masas siguen movilizadas con la consigna intacta de luchar por sus merecidos derechos.
            Vale recordar, a los apasionados del diálogo sin condiciones, tal como expresamos por esta misma trinchera de opinión la vez aquella que los alcaldes fueron citados a comparecer en Miraflores, que no ha existido muestra alguna de amistad por parte del gobierno delincuente. Los shows televisivos de Maduro no los ve nadie y la arremetida internacional contra la dictadura sigue avanzando.
            Sin condiciones, estimados lectores, no hay nada que hablar con los malandros que tienen el poder. Cuando los estudiantes exigieron más seguridad no sólo para sus destartaladas casas de formación, sino para todo el país, lo que recibieron fue disparos por parte de los paramilitares que operan Diosdado Cabello y el Ministro Rodríguez Torres.
Cuando se movilizó la nación entera pidiendo justicia, lo que recibió la ciudadanía fue abominables imágenes y videos de torturas, agresiones, ensañamiento y golpizas que nada tienen que envidiar a las dictaduras más encopetadas de este mundo. Maduro ha sido tan ramplón, tan vago y bruto en su accionar que no se ha dado cuenta que cada acto vandálico de la GNB, Sebin, Tupamaros y Colectivos “de la Paz”, quedaron registrados, documentados y reproducidos en todo el planeta.
            Sigue Leopoldo López preso, sigue Simonovis agonizando, sigue el Táchira sitiado, siguen muchos estudiantes y jóvenes detenidos, siguen impunes las acciones contra la protesta, sigue el cerco mediático, sigue el mismo CNE, TSJ y Contraloría General arrodillados a los gorilas, siguen los cubanos infiltrados hasta en los tuétanos del aparato público; no hay nada que negociar sin condiciones.
            La política, aun en los momentos más tormentosos y difíciles de la humanidad, destaca como labor de entendimiento para lograr el fin común. Trata de la moderación, la diplomacia, el entendimiento, la conversación entre los sectores de un pueblo. Eso no lo ha inventado nadie, eso está ahí, vivo en la hemeroteca de la historia. Obedece al reconocimiento del otro, del saber que somos ciudadanos de una misma nación y que como tales merecemos el mismo respeto y consideración.
            El gobierno se ha dedicado a tirotear ese sentido político. No deja espacio para que todos andemos, no deja sitio para que nos expresemos. Entonces, queridos lectores, no hay manera de dialogar con semejantes padrotes queriendo imponer su desastre a golpe y porrazo. El derecho a la vida está por encima de todos los derechos, y si Maduro y su combo no protege ni respeta el derecho a vivir que tiene cualquier venezolano, entonces él no tiene derecho a gobernar. Así de simple.
          15 años hablando de revolución y en este país se sepultó el término “imperialismo” cuando unos diputados norteamericanos hablaron de congelar las cuentas bancarias de los enchufados en Miami. Cumplan con las condiciones o seguirá esta llama en las calles.

Ángel Arellano
Twitter: @angelarellano

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjanos tu nombre y correo electrónico.
.:Gracias por el comentario:.