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lunes, 17 de marzo de 2014

El silencio de los chulos

 
            Imagino la puesta en escena del Estado venezolano en las instancias internacionales cercanas. Cada llamado o reunión solicitada por algún embajador en la OEA, Unasur y Petrocaribe, es inicio de un teatro en el que se enciende un video beam proyectando documentales finamente producidos para mostrar la agresiva oposición versus el amable gobierno que pregona diálogo y la paz.
            Sube el telón: las primeras imágenes descubren un enérgico Leopoldo López llamando a la rebelión civil y estudiantes manos blancas que sacan pistolas de entre sus libros de matemática, medicina o literatura, para atentar contra los guardianes de la paz hoy mal puestos como “Colectivos Paramilitares” por la irracional oligarquía fascista del este de Caracas.
            Pregunta el representante de Venezuela ante el auditorio extranjero: Hermanos, luego de ver esta exposición de hechos en un país cuyo Presidente ganó elecciones el año pasado sin ningún aspaviento, ¿ustedes permitirían semejante atentado contra el gobierno de su país?
            En ese contexto se han manejado las exposiciones del gobierno. Silencio total sobre las violaciones a los Derechos Humanos, presos políticos, más de 45 casos de tortura sin investigar, 1400 detenciones de manifestantes y parcialización absoluta de los poderes. Esa justificación usa la diplomacia para no elevar su voz ante el accionar de la represión madurista.
            Latinoamérica calla, sus naciones dan la espalda a la defensa de la democracia a sabiendas de que esto se puede revertir bárbaramente para la región. ¿Acaso no es peligroso de por sí convalidad la dictadura cubana luego de 50 años y permitirle un apéndice petrolero y armado? Los presidentes que hoy gobiernan el continente son los manifestantes de las últimas décadas del Siglo XX que salían a las calles en contra de los abusos del poder.
            Venezuela ha comprado cómplices a razón de la renta petrolera, el silencio de los chulos beneficiarios. Vaya a ser ejemplo de la regaladera de plata el subsidio a Petrocaribe. Desde 2014 entregamos parte de nuestra producción energética a 17 Estados de América y el Caribe para que cancelen Dios sabe cuando. Sin ir muy lejos, sólo en 2013 103 mil barriles diarios de combustible (a pagar en 25 años) se suministraron a los países de esta unión. Las cuentas por cobrar de Pdvsa superan los $41.700 millones mientras en los hospitales de la Patria muere gente a falta de insumos y la profunda escasez se encuentra en niveles insoportables.
            En 2013 Venezuela dio $3.740 millones en productos petroleros a Petrocaripe. Hoy en día esas naciones tienen harina, pollo, leche, papel higiénico, etc. ¿Y tú, que tienes que hacer colas a diario a ver qué consigues?, ¿qué tienes tú soberano habitante de la tierra petrolera? Petrocaribe tendrá años de gracia en un subsidio que compromete por lo menos dos generaciones de venezolanos. ¿Y quién financia tú bolsillo para combatir la inflación?
            El silencio de América Latina es socio del hambre, la miseria, el desabastecimiento, los altos precios de la vida y la corrupción reinante en la Patria de Bolívar: la más insegura de la región. Cuando Betancourt sufrió aquél lamentable atentado en Los Próceres (24-06-1960) no dudó en hablarle al mundo de inmediato con las manos vendadas y consternado por la explosión, para ratificar su apoyo a la democracia y condenar los sangrientos actos de la dictadura de Trujillo. Venezuela fue gran respaldo para esos mismos países que hoy nos dan la espalda. Por tanto, sigamos en la calle defendiendo lo que por derecho nos corresponde: una nación justa, plural, que respete la vida y sus libertades universales. Sigamos protestando.

Ángel Arellano
Twitter: @angelarellano

www.angelarellano.com.ve

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