Inseguridad,
realidad que nos golpea, flagelo que tiene desmembrada la identidad de
Venezuela ante el mundo. 66 ciudadanos de cada 100mil habitantes caen muertos
por el hampa que ha coronado un paraíso para desarrollar sus actos delictivos,
a toda escala.
Por supuesto que en un Estado de
derecho controlado por las leyes y un plan integral de lucha contra la
inseguridad, estas cifras son imposibles. El moribundo Gobierno Nacional nunca
ha afianzado una verdadera guerra a la violencia que se vive en el país. Su
programa populista número 21, “Misión A Toda Vida Venezuela”, no ofrece
resultados, sólo publicidad y material POP. Miles de millones de bolívares
invertidos en fallidas estrategias que no han disminuido en por lo menos un punto
porcentual la triste realidad.
2011 fue un año crítico para la
nación al reportarse 18.850 homicidios de manera oficial (Fuente Cicpc y
Mppij). El año en curso ya lo supera con 18.960 fallecidos (al 17 de diciembre),
y las estimaciones es que pase la barrera de los 19 mil: una carnicería
monumental destacada en el mundo.
Sin embargo, el gobierno en su
estrategia permanente de mantener a todos contentos, difunde estudios que
muestran que Venezuela es un país alegre y optimista. En contraste, las colas
para “parir” Harina Pan, azúcar, leche y aceite han sido las verdaderos
protagonistas de la Navidad.
Por otro lado, el campante
presidente del INE, Elías Eljuri, saliendo al paso a la breve y obvia desaparición
mediática del economista de la revolución, Jorge Giordani, se despliega
flamante con la positiva información de que la inflación cerraría 2012 en menos
del 20%. Los salarios no valen nada en el Estado más corrupto del continente.
Las cifras de nuestra economía se unen al luto que nos dejan los delincuentes
asesinos.
Partiendo de información publicada
por el colega periodista Deivis Ramírez Miranda el 23 de diciembre de 2012 en
El Universal, el 80% de los homicidios registrados en Venezuela fueron con
armas de fuego y 20% con armas blancas, objetos contundentes y otros. ¿Qué pasó
con la Ley para el Desarme y Control de Armas y Municiones engavetada en la
Asamblea Nacional? Son los parlamentarios del chavismo quienes deben darle una
respuesta a las miles de familias enlutadas.
El Presupuesto de la nación para
2013 no dedica su fortaleza en el renglón seguridad ciudadana. Por el
contrario, su músculo financiero está orientado a fortalecer el clientelismo
que predomina en el exagerado gasto público, en un año que se verá herido por
la crisis.
No podemos despedir este escrito sin
antes reflexionar en que de esos 18.960 homicidios que van a la fecha, mucho
más de la mitad son personas menores de 30 años: los jóvenes de la Patria
cayendo abatidos en toda nuestra geografía. Para las nuevas generaciones este
es el verdadero titular, no la polémica y millonaria salud presidencial.
Ángel
Arellano
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