Los resultados de las Presidenciales, ahí están
publicados, son instrumento para la reflexión y análisis de todos los
venezolanos. Los dos modelos políticos enfrentados se pueden revisar en sus
conclusiones electorales y así arrojar un pronóstico de la sociedad que
queremos y la que tenemos. Gracias Capriles por tu entrega al pueblo, eres
orgullo patrio.
Chávez no es un mesías, ni un ser
invencible. La esperanza del 45% (6.500.000) de los electores le hacen un gran
exhorto por sus pésimos 14 años de mandato. La oposición a su dañina
perpetuidad creció en gran manera, debemos reconocerlo y no parar de avanzar.
Entre 2006 y 2012 el Presidente apenas sumó 700 mil
votos a su favor, con todo el recurso material y humano del Estado, las amenazas
a los empleados públicos y las nóminas de misiones, refugiados y programas
sociales. Es notable que Chávez no logró sus metas el pasado 7 de octubre y no
hay duda de que es un duro golpe que mucho adornará el enfermo Presidente, pero
que jamás podrá ocultar.
Si su salud le permitirá o no continuar en el cargo,
son temas que discutirán los programas de televisión. La juventud y la
experiencia deben seguir alzándose en los caseríos, pueblos y ciudades para
construir una mayoría ya no de pensamiento, sino de hecho como en 2007 y 2010.
Reformas y nuevos métodos son necesarios siempre, consolidamos una clase media
que no quiere este desastre en el poder, de ese 45% hay muchos pobres, pero
tenemos más camino por recorrer.
No pretendo vestir de matices inexplicables la
esperanza de los venezolanos que demandan un país mejor, nuestro objetivo
puntual es hacer ver que a pesar de las fallas de la oposición, el oficialismo
está débil y es momento de sumar más fuerzas para derribar los mitos y leyendas
que alguna vez quisieron blindarlo.
Las consideraciones a la campaña nacional hay que
hacerlas en círculos reflexivos y discusiones que nos convoquen a todos y desde
allí pregonar el CAMBIO DE SISTEMA POLÍTICO que requiere Venezuela, puesto que
gobernar una región o municipio en las condiciones actuales de persecución y
desigualdad, es lo mismo que hacer de barrendero en médanos infinitos.
La gente tiene que elegir entre gobernaciones y
alcaldías o Miraflores y las Comunas, entre candidatos legítimos y oriundos de
sus regiones, o los aterrizados impuestos por el estado anímico del Presidente
para que le reporten fidelidad.
Nuestra democracia sangra desde hace años, por tanto
salir a decir que estamos felices por los resultados electorales, es tarea absurda
y patética. Los aplausos al CNE están demás, mucho le cuesta al Estado los
salarios de los cinco rectores como para hoy decir que son héroes nacionales. Se
respeta el proceso y revisamos las condiciones desiguales para refutarlas.
Todos, incluyendo a los que prefieren la cómoda
crítica desde la intimidad del celular, tienen que participar en la
movilización de la sociedad en función de la victoria de candidatos de la
democracia el 16 de diciembre.
Descentralización y centralismo son los dos escenarios
que nos toca pelear. Hay que hacerlo con determinación y un exaltado espíritu
de recuperación de la Patria.
Chávez pudo haber ganado las presidenciales, sin
embargo, olvídense de portaaviones y barridas en los estados y municipios de
Venezuela porque los nefastos gobiernos regionales y locales son la más grande
burla de la Revolución Boliburguesa para con la comunidad nacional.
La victoria no se logra proclamándola, sino
construyéndola. A trabajar todos porque queda mucho por hacer y en dos meses la
oposición mostrará un panorama distinto al que hoy celebra el oficialismo.
Hay que seguir afianzando la Unidad y desentenderse de
cualquier mediocre ejercicio del divisionismo. Mi recomendación es escuchar más
a las nuevas generaciones y seguir juntando esfuerzos, adelante siempre.
Ángel Arellano
asearellano@yahoo.es
Twitter: @angelarellano
www.angelarellano.tk
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