Un valor negativo
para el enfermo candidato del PSUV, es que él mismo es el loro repetidor de
todo lo que Capriles exclama en sus denuncias, agregando ganancia al impacto
social que pueden tener las de por si bien diseñadas palabras del candidato de
la democracia.
Es lamentable
para el oficialismo que luego de tanto esfuerzo por desbancar el erario público
y querer legalizar a Venezuela como
colonia Cubana, se desmorone esta ambición por los sueños de un país que se
niega a seguir hundido en la inseguridad y el estancamiento económico.
El discurso de
Capriles ha continuado en un indetenible ascenso y proyección de las soluciones
a los problemas de los ciudadanos, propuestas por los equipos de políticos,
independientes, artistas, profesionales y notables que conforman las mesas de
trabajo del plan de gobierno del Progreso.
En un uso bien
eficaz y puntual de las palabras, Capriles ha atinado en el público con pasajes
bíblicos, experiencias de sus giras y testimonios escuchados en el contacto
directo permanente con el elector. Ciertamente, esto enriquece su léxico al
punto de tener dos meses diferenciándose de su retador por un elemento decisivo
en el discurso político: la emoción.
La perorata del
enfermo Presidente es un sinfín de insultos y canticos cubanos, mientras hoy en
día la frase “Hay Un Camino” y el mensaje de Henrique Capriles, funcionan como
conector entre el pueblo venezolano y la esperanza de salir de Chávez. Se
despertaron las ganas de cambiar de gobierno y el viento sopla en contra del
continuismo. Ya la gorra de Venezuela, esa que tanto atacó el CNE, no es un
símbolo de venezolanidad, sino que trascendió hasta convertirse en un
estandarte de la batalla contra el miedo y rebeldía.
La opción
democrática ha mejorado a tal punto que sectores radicales del PSUV reconocen
el repunte de “El Flaco”, sin embargo confían en “sus bases” para ganar. Esa
plataforma en la cual el chavismo apuesta todo, y que tiene años siendo socavada
por el trabajo social de la oposición, son los beneficiaros de las misiones del
gobierno que vieron como en 14 años nacieron docenas de programas sin mantenerse
uno a flote por la negligencia y la politiquería.
De tal manera que
el 7 de octubre representará para la historia continental, un escenario para el
estudio y el análisis a futuro, digno de documentar y archivar.
Estamos convencidos
del triunfo del Progreso sobre Chávez. Tantos males en la nación no pueden
concluir en la ratificación de un modelo inservible y peligroso para el mundo.
Todos queremos paz y bienestar. De eso se han hecho eco las regiones de
Venezuela y seremos participantes de un proceso que resumirá la victoria de
David sobre Goliat.
Ángel Arellano
asearellano@yahoo.es
@angelarellano
www.angelarellano.tk
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Déjanos tu nombre y correo electrónico.
.:Gracias por el comentario:.