Esta
semana cedemos nuestro espacio de opinión habitual para la publicación del
siguiente reporte especial que enviamos a los medios de comunicación con motivo
del tercer aniversario de la tragedia del gas cloro en Clarines. Seguiremos
redactando sobre el tema, incluso después de lograr la esperada justicia:
Han pasado 1095 días desde que la coalición entre una
gandola de láminas de acero, y un transporte de cilindros con gas cloro, dejara
14 fallecidos y 84 afectados con enfermedades respiratorias en la población de
Clarines, municipio Bruzual.
Tres años después, la realidad es
similar: no existe un plan de contingencia ante un accidente de estas
proporciones en la zona oeste del estado Anzoátegui, los familiares de las
víctimas no fueron indemnizadas por las empresas en cuestión y el Hospital Tipo
1 “doctor Antonio José Rondón Lugo” de Clarines, sigue en las mismas
condiciones de precariedad y abandono.
La única persona tras las rejas por
este importante incidente que conmocionó al estado Anzoátegui y al resto de la
comunidad nacional el 16 de septiembre de 2009, es el señor Iván Espina,
conductor del camión marca Iveco color blanco placa 79U MBC, perteneciente a la
empresa Etotrans C.A. prestadora de servicios de la estatal Pequiven, la cual
produce los cilindros de gas cloro.
Espina permanece recluido bajo los cargos de
homicidio intencional a título de dolo eventual, lesiones graves, menos graves
y leves, previstos en el Código Penal, en el calabozo de la Policía Municipal
de Peñalver, ubicado en Puerto Píritu. Al expediente número BP-01 2009 5281, en
el cual se sustenta su caso, se anexó el agravante de intento de fuga y
recientemente el de omisión por auxilio. Su abogado, Juan Bautista Rodríguez,
expone que son elementos cuya finalidad es retrasar la conclusión del juicio por
su falta de coherencia legal y de pruebas.
150 testigos han sido promovidos para participar en el
enriquecimiento del caso, dentro de los cuales destacan 18 que aún no han
compadecido, tres años después, ante el juez Francisco Cabrera, siendo dos de ellos trabajadores de Pequiven
y otros dos del Ministerio del Ambiente.
Rodríguez alega que su defendido cumplió con el
procedimiento correspondiente a los choferes con carga peligrosa de acuerdo a
la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo
(Locymat) y las normas Covenin. Igualmente, afirmó que el transporte pesado de
la empresa Etotrans C.A. cumplía con todos los requisitos para transitar ese 16
de septiembre de 2009 a las 8:05pm por vías nacionales.
Familiares y allegados de Espina esperan una
resolución del caso puesto que tres años después no hay un punto final en este
suceso ocurrido en el oeste de Anzoátegui.
Nada ha cambiado
Una enfermera
del hospital de Clarines cuyo nombre no quiso que fuera publicado, informó que
la institución enfrenta un momento crítico en cuanto a la falta de dotación y
escaso mantenimiento a los equipos de nosocomio. “No sirve la única ambulancia
que tenemos, no hay alcohol, se robaron el nebulizador y la obra de ampliación
del hospital, así como el quirófano no han sido concluidos desde hace más de 10
años”.
Fallecidos
el 16/29/2009: Manuel Chávez Ayala,
Weiber Castellano, Aura Arismendi, María Esther Martínez, Elis Rafael
Canelón, Freddy Ramón Sojo, José Daniel Ávila, Freddy José Morales, José
Plascencia, Armando José Medina, Ronald Piñango Méndez, Miguel Ángel Sotillo,
Iberay Villalobos y Justa Rufina De Achiques.
84
personas continúan afectadas con problemas respiratorios y en la piel,
secuelas de la inhalación del gas cloro.
3
cilindros de 500 kg de gas cloro, de un total de 18, fueron los causantes
de la tragedia en Clarines
Ángel Arellano
Twitter: @angelarellano
www.angelarellano.tk
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