No vamos a sumar, ni a realizar una estadística de alta jerarquía. El diagnóstico de nuestra importante entidad lo realizaremos con la exposición de sus problemas y virtudes. A partir de allí, estimados lectores, podemos establecer los próximos pronósticos sociales que definitivamente determinarán la continuidad de un interesante relato llamado Estado Anzoátegui.
Es cuantioso el nivel de crecimiento poblacional que la región está viviendo. Más allá de ser un efecto continental, Anzoátegui es una tierra que aumenta su potencial natural muy muy rápido, y referente a eso el Instituto Nacional de Estadística ha declarado en los adelantos del Censo 2011, que nuestra entidad está dentro de las siete primeras con más población.
En la medida que más estudios se realicen de nuestra oferta turística, mineral y agrícola y pesquera; seguirán subiendo los indicadores que revolucionen el ideario político de aquellos que nos convencimos desde nuestra inscripción en la sociedad política nacional, con respeto al cambio que de cajón haya que realizar en profundidad.
Las virtudes de Anzoátegui pasan por la proyección que tiene a futuro, sí y sólo sí, hay una planificación acertada del provecho que podemos sacar a la actividad económica, administración de nuestros recursos propios y distribución equitativa, descentralizada y de la mano de las organizaciones vecinales que son eco de su realidad más directa.
El petróleo, las playas, la agricultura y diversidad son el talismán del oriente. Tanto recurso privado y público deben unificarse para reconstruir las troncales, crear nuevos sistemas de cloacas, dotar y equipar hospitales, y ver nacer un cuerpo de policía regional bien remunerado, profesional y con un compromiso ético para con la sociedad.
Es inevitable tener un diagnóstico preciso del Gobierno Regional, que no volverá al poder por su inoperancia y falta de voluntad.
La inseguridad, crisis acentuada en la zona metropolitana (norte) y sur de Anzoátegui, se encuentra hasta en el más pequeño de los caseríos causando estragos en las familias y comunidades. No permite la inversión en el estado y genera un efecto de pánico por sus altos números en homicidios, secuestros y robos.
¿Cómo gana el oficialismo en la zona norte, oeste, centro y sur del estado si todas tienen sus cifras de homicidios por las nubes? Única y exclusivamente Urbaneja, con una alcaldía dada a la participación vecinal incluyente, posee un modelo de gestión en seguridad admirable con un increíble cero en homicidios desde el año 2010. Eso no sucede por suerte o azar, es parte de un trabajo constante por regular y controlar los focos de delincuencia y violencia en una ciudad que es parte de la vía metropolitana.
Diagnostiquemos la vida del ciudadano de Anzoátegui en nuestro caminar diario. El pensar del pueblo pasa por primero retener en su memoria esas necesidades y penurias. Por tanto, los rojos son los únicos que no volverán y nuevas corrientes vendrán a manejar los destinos de esta región, con la importante y decisiva participación de su gente.
Ángel Arellano
www.angelarellano.tk