No es un mito, ni un plan estratégico para
desestabilizar la nación como se pretende informar a través de la red nacional
de medios públicos en el país. El desabastecimiento es una realidad palpable y
sufrida por los más desprotegidos, quienes no tienen acceso a algo más allá del
Mercal del barrio y la bodega de la esquina.
Esta situación, que afecta directamente el estómago
del venezolano y su calidad nutricional, así como pone en peligro el desarrollo
saludable de las nuevas generaciones, se ha mantenido a lo largo del 2012
dejando claro que la Ley de Costos y Precios justos, tan publicitada y
vanagloriada por el Ejecutivo Nacional, no era la solución para la desaparición
de los distintos rubros en los anaqueles de la República Bolivariana de
Venezuela.
La consultora Datanálisis publica sus cifras con
respecto a estudios pormenorizados del abastecimiento en la nación, dejando ver
que entre enero y marzo del presente año se produjo una escasez de los
productos de la cesta alimentaria entre un 13,8% y 19,4%. Culmina abril y la
cifra arrojada despunta hasta llegar a un preocupante 23,7% de
desabastecimiento entre los distribuidores clasificados en: Comercio Informal,
Supermercado Independiente, Pdval, Abasto-Bodega y Mercal.
Estos dos últimos son los que presentan mayor gravedad
puesto que para el 02 de mayo la red Mercal presentaba un 54% de escasez en sus
productos, y los abastos y bodegas un 34,9%. Vale aclarar que estos son los
comercios más cercanos a nuestra gente humilde, porque están en el corazón de
los barrios y sectores populares donde habita la mayor población nacional.
Mercal, el emblema de Chávez durante gran parte de su
permanencia en el poder, presenta actualmente más de la mitad de
desabastecimiento. La única manera de alterar esta información es que los
voceros del Ministerio del Poder Popular para la Alimentación salgan diciendo
que hay acaparamiento en una red que ellos mismos controlan.
Los productos con escasez significativa son la
margarina (26,8%), el aceite vegetal y aceite de maíz (19,7%), la leche en
polvo (33,8%), queso blanco duro (22,6), pollo beneficiado (23%), harina
precocida de maíz (31%), mayonesa (21,1%), café (19,7%), carne de res (20%),
sardinas enlatadas (12,7%) y margarina (26,8%). Datanálisis, también expone en
este informe totalmente actualizado que la azúcar, altamente demandada por la
comunidad en general, presenta una escasez grave con más del 40% de
desaparición en el mercado nacional.
Increíble pero cierto, la situación en nuestro país se
encuentra en límites inesperados en cuanto a la precariedad para conseguir los
alimentos. Sólo el atún en aceite vegetal reportó un abastecimiento normal en
la extensa lista de productos de la canasta básica.
Con este índice de escasez sólo nos queda seguir catalogando
a Venezuela como un país en crisis alimentaria, donde los problemas en este
tema no han sido atendidos. El Gobierno
Nacional sigue en su política de expropiar acentuando el trauma en el sector
productivo privado que es nuestro principal pulmón para llevar alimento a los
estantes. Ni siquiera el sistema importador atroz soportó el desastre gerencial
en material alimentaria. La dieta de este país está ajustada a la política y no
al derecho fundamental de tener una alimentación de calidad.
Ángel Arellano
Twitter:
@angelarellano
asearellano@yahoo.es
www.angelarellano.tk
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