Los límites geográficos entre los municipios Cajigal, Bruzual y Carvajal, son áreas de olvido permanente para los tres alcaldes bolivarianos que gobiernan en la misma línea de un gobernador que no dedica tiempo a visitar la zona oeste de Anzoátegui. Los pueblos de Chanchamire, Picadero, Mamonal, Arena, El Salao, entre otros, viven el atraco y la desesperanza en carne propia.
La gente sólo recuerda que en la cuarta República el Ministerio de Obras Públicas atendía estas vías y actualmente no es así. Productores agrícolas han perdido grandes cosechas, importantes inversiones que pueden llegar a quebrar las finanzas de toda una familia, unido al pánico de dejar las tierras improductivas por un instante ante la amenaza permanente de expropiación u “ocupación social”.
Esta zona requiere reparación de puentes, alcantarillas, inmensos baches y tramos de tierra y granzón. El asfalto es un producto que no ha llegado a la mayoría de las vías y el pavicreto es un mito para los caseríos. Representa, sin lugar a dudas, un territorio inhóspito y peligroso para los ciudadanos.
Pese a que la agricultura de este sector llamado “Tierra Caliente” es genial porque se presta para la siembra de maíz, sorgo, tubérculos, etc., además de la producción de ganado vacuno, bovino y porcino que cubren gran parte de los mercados del país, ha dejado de ser un negocio por el irritable estado de las vías de comunicación.
Mucha gente recibió créditos de la Misión AgroVenezuela. Cuantiosos recursos fueron aprobados en el pasado para que los ciudadanos de estos territorios rurales progresaran y sacaran adelante estas tierras, tal vez hasta de buena fe se hizo, pero las vías no dejan que salgan las cargas enteras de cosechas por lo complicado del desastre.
Si el esfuerzo de estas familias, que en un 90% dependen de la actividad en los fundos, parcelas y conucos para medio sobrevivir, fuera tomado en cuenta, seguramente todo no se hubiese quedado en politiquería y cadenas presidenciales. Cabe hacer una acotación de carácter político para medir el rechazo de la falta de atención gubernamental a la zona: en las últimas elecciones han disminuido su cociente electoral en un 35% y en un 50% en cuanto a movilizaciones y eventos proselitistas, incluida la sorprendente y reciente derrota en el circuito electoral que representa el oeste en las pasadas elecciones parlamentarias.
Vialidad es el principal viacrucis de los habitantes de “Tierra Caliente”. Igualmente, la calamidad que representan los servicios públicos en Anzoátegui, hacen del perímetro rural de Cajigal, Bruzual y Carvajal, una oferta habitacional hostil y que sus gobiernos municipales, no podrán tapar por más excusas que le pongan al asunto.
Allí también se queman las neveras, televisores y lavadoras compradas con sacrificio por los apagones casi diarios, so pena del silencio cómplice de gobernantes que no pueden echarle la partida para atrás al enfermo Comandante, puesto que la prioridad es tener encendida Caracas, cuéstele lo que le cueste a Anzoátegui y a su perdedor gobernador.
Ángel Arellano
@angelarellano
www.angelarellano.tk