El carbón de Clarines

Explotación de carbón en Clarines causará daños ambientales. Hemos sido reiterados con esta alarmante denuncia con la que el actual alcalde del municipio Bruzual, Leobardo Canache, realiza una evidente manipulación al interceder en contra del convenio firmado por el gobierno nacional y la Empresa de Producción Socialista Carbones de Bruzual. Ha sido ridícula y absurda la actitud que ha tomado este dirigente de la revolución moribunda en torno al inicio de las labores de explotación de carbón en la Fila Maestra 2 y 3 de la población de Clarines al oeste del estado Anzoátegui.

Estamos frente a un gobierno que no es humanista y no se preocupa por el impacto que este convenio firmado en agosto del año 2009, entre el Ministerio del Poder Popular para las Industrias Básicas y Minería y, la EPS Carbones de Bruzual, causará en el ambiente. Canache no puede fingir no estar de acuerdo dado que tanto él como el alcalde del municipio Peñalver, Axel Rodríguez estuvieron presentes en este acto. Evidentemente se trata de una acción hipócrita salir por la prensa defendiendo el ambiente cuando es abierto a todos que en el oeste ningún alcalde tiene políticas verdes en su jurisdicción.

Recordemos que la primera autoridad de Bruzual, acudió a presentar la demanda ante el Concejo Municipal, no siendo esta la instancia competente para la denuncia. El destino correcto era la Asamblea Nacional, pero como todo es un parte de un gran show orquestado para tomar centimetraje en los medios de comunicación, Canache no le paró a los formalismos.

Para este nuevo proyecto de explotación mineral se realizó un primer aporte que asciende a los 6 millones de dólares por parte del Ejecutivo Nacional. El insigne alcalde de Clarines ha intercedido en contra del acuerdo, muy superior a sus intereses, porque él y la concejala Olga Ron poseen la titularidad de las tierras.

La primera experiencia de este tipo de explotación sin maquinaria adecuada, a cielo abierto y luego subterránea, arriesgando a mucha gente y su entorno directo, la vivieron los habitantes de Bruzual en el año 2005, cuando la obra fue ejecutada por una empresa privada en la Fila Maestra 1, donde los daños a la capa vegetal fueron irreversibles y que aún son palpables en todo el territorio.

Un gobierno que en sus discursos pega gritos por la participación ciudadana y la acción comunal, que se jacta de decir que los consejos comunales y las comunas son los grandes órganos que dirigen este país, no ha dedicado un instante en preguntar de verdad a los vecinos, hablándoles con sinceridad el carácter negativo de este proyecto para los 40 caseríos que bordean la zona

Exigimos al Gobierno Nacional, y a la voluntad de los funcionarios del Ministerio del Ambiente, la creación de varios comités dentro de las comunidades para que sean los mismos moradores quienes velen porque se cumplan las medidas preventivas en pro de la conservación del ambiente y de la vida. Todos estamos en peligro con la aprobación de una explotación que responda a una orientación netamente económica, dejando por fuera el marco social y de desarrollo que requiere Bruzual y municipios aledaños. Ahí sí vemos un capitalismo de Estado destructor, que paraliza los sueños de crecimiento de ese pueblo, a costillas de un empleo digno pero dudoso.

Ángel Arellano

www.angelarellano.tk