Sin embargo, y muy contradictoriamente, el sabio ministro Jorge Giordani, miembro pleno del cónclave que ha destruido la planificación de la República, defiende campante en la prensa nacional que la economía estaría creciendo por lo menos 2%. A eso unimos la estrategia de hacer pasar por debajito la venta de títulos de deuda pública para recabar los 45.000 millones que prevé la Ley Especial de Endeudamieno Complementario, para inyectarlos en las publicitadas Gran Misión Vivienda Venezuela, Misión Trabajo y Misión Agro Venezuela.
Es exclusivo del gobierno de Hugo Chávez hablar de crecimiento con una hiperinflación que hace perder valor a cuanta cosa tocas con las manos. El oficialismo defiende también mucho de la productividad, pero las estadísticas son las estadísticas, y la verdad está al alcance de todos porque la sociedad mira celosa y delicadamente las desgracias de nuestro bolsillo.
La Asociación Venezolana de Exportadores saca una alarmante y bien conocida cifra para que los periodistas la cuelguen en las primeras páginas y en todos los espacios de opinión posibles: sólo 5% de las exportaciones venezolanas, no son petroleras. Nunca fue un secreto, pero esta vez mejor ubicado imposible este 5%. Sin mucha parafernalia, Avex dio en el clavo que desplomó y sacó del tapete los balurdos comentarios de Giordani.
Pese a que la enfermedad del Comandante ha hecho que el sector más carroñero del chavismo se baje de la baranda, el “Efecto Catástrofe” que sufre la economía mantiene a la nación en una tensa calma. Caminamos para atrás a paso “firme de vencedores” por más pañitos de agua caliente que salgan.
La improductividad venezolana, reflejada a grandes rasgos en ese escandaloso 5% de exportaciones no petroleras, es la gran falla de este artilugio despótico llamado Poder Ejecutivo. A finales de año, seguramente como dijo el profesor del Iesa, José Manuel Puente, la tasa inflacionaria cerrará en 26 o 27%, equivalente a casi cinco veces el promedio de América Latina. Es esta la información que hay que sacar a las calles.
Miraflores con Giordani en el timón de las finanzas no puede lograr así una inflación menor de 10%, por eso los salarios y precios se vuelven polvo a razón de tres meses. Aun cuando el cálculo del Fondo Monetario Internacional estima un crecimiento en la dinámica económica criolla de 3,3%, la desaceleración de la productividad nos condena y obliga a cambiar de capitán y tropa a como de lugar.
Ángel Arellano
www.angelarellano.tk
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