Aquí encuentras mi opinión, lo que pienso sobre Venezuela y el momento que nos ha tocado vivir. Lecturas, crónicas, artículos, relatos y crítica... Bienvenidos.

martes, 1 de abril de 2014

A propósito de la antipolítica

          Para preludiar este breve comentario sobre un tema que una vez citado ocasiona prolongadas discusiones, quiero decir que aunque la antipolítica es la perenne condena a la incapacidad política para generar cambios en la sociedad, muchos de los notorios protagonistas de esta práctica han aprovechado los ríos revueltos como trampolín para hacerse un lugar en el estrado político.
            La situación venezolana, con sus tragedias y tensiones propias de la lucha entre el bien y el mal, ha dejado un mar de oportunidades para los críticos férreos, pescadores sin puerto, que andan quejándose de cuanta cosa se hace en la oposición y en el gobierno, sintiéndose sólo dignificados por aquellos que desde un fugaz atril mediático arremeten contra todo lo que ha costado construir.
Los movimientos estudiantiles universitarios, los partidos políticos tradicionales y emergentes, las asociaciones civiles y ONG levantadas a lo largo de años de lucha contra la desigualdad y arremetida incesante de 15 años de edificación de una dictadura, son parte importantísima en el restablecimiento de la democracia. Para impulsar un cambio hay que estar muy organizados y caerle a plomo las 24 horas a unas estructuras, que bien o mal aglutinan a un sector de la población, es rodar por el camino equivocado.
Digo esto a propósito de los voceros aparecidos, habladores del infortunio, que desenvainan improperios contra la posición de cierta dirigencia que no se alinea a la antipolítica. Unos segundos en CNN o el micrófono de un auditorio repleto de ciudadanos vulnerables al mensaje ultra radical, no pueden ser mayores credenciales para hacer política en un país tan dividido y devastado.
Es evidente que hay nuevas caras. Algunas, quizá aceptando el apoyo de corbatas desconocidas e infiltradas, salen envalentonadas a la palestra a arremeter contra Maduro, pero también contra quien lo adversa, sin plantear nada, carente de cualquier soporte organizativo. Voces repletas de crítica y cosas que decir, pero vacías de propuesta.
La antipolitica no saca dictaduras, las atrae y consolida. Si usted tiene la razón en algo, argumente, proponga y trabaje. ¿Qué propone la oposición? El regreso de la democracia y la institucionalización del país. ¿Tienen varias visiones? Sí, hay pluralidad y se debe empujar con fuerza para una sola agenda. ¿La MUD ha tenido mal desempeño? Sólo el 38% de los venezolanos la ven con buenos ojos en esta coyuntura y tiene que replantearse. ¿Falta un plan conjunto? Ciertamente, sin abandonar la calle y la protesta pacífica.
El gobierno no vive un buen momento. Se siente a gusto enlutando a la nación pero su base está confundida, divida entre radicales y “lights”. Según la última encuesta del IVAD el 53% de la nación está de acuerdo con solicitar la renuncia del Presidente y 61% con una Asamblea Nacional Constituyente. ¿Acaso más muestra de rechazo?
Ante esto, la actitud de todos los sectores políticos, estudiantes, jóvenes, profesionales, partidos, gremios, intelectuales y demás organizaciones, debe ser la de continuar la lucha en unidad. Buscar los puntos de encuentro en función de avanzar. Unión real, un fuerte pacto como alternativa a la dictadura y condenar la antipolítica, porque entre tanta desmemoria, suelen repetirse malas experiencias.


Ángel Arellano
Twitter: @angelarellano

www.angelarellano.com.ve

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjanos tu nombre y correo electrónico.
.:Gracias por el comentario:.