La situación venezolana, con sus tragedias y tensiones
propias de la lucha entre el bien y el mal, ha dejado un mar de oportunidades
para los críticos férreos, pescadores sin puerto, que andan quejándose de
cuanta cosa se hace en la oposición y en el gobierno, sintiéndose sólo dignificados
por aquellos que desde un fugaz atril mediático arremeten contra todo lo que ha
costado construir.
Los
movimientos estudiantiles universitarios, los partidos políticos tradicionales
y emergentes, las asociaciones civiles y ONG levantadas a lo largo de años de lucha
contra la desigualdad y arremetida incesante de 15 años de edificación de una
dictadura, son parte importantísima en el restablecimiento de la democracia.
Para impulsar un cambio hay que estar muy organizados y caerle a plomo las 24
horas a unas estructuras, que bien o mal aglutinan a un sector de la población,
es rodar por el camino equivocado.
Digo
esto a propósito de los voceros aparecidos, habladores del infortunio, que
desenvainan improperios contra la posición de cierta dirigencia que no se
alinea a la antipolítica. Unos segundos en CNN o el micrófono de un auditorio
repleto de ciudadanos vulnerables al mensaje ultra radical, no pueden ser
mayores credenciales para hacer política en un país tan dividido y devastado.
Es
evidente que hay nuevas caras. Algunas, quizá aceptando el apoyo de corbatas
desconocidas e infiltradas, salen envalentonadas a la palestra a arremeter
contra Maduro, pero también contra quien lo adversa, sin plantear nada, carente
de cualquier soporte organizativo. Voces repletas de crítica y cosas que decir,
pero vacías de propuesta.
La
antipolitica no saca dictaduras, las atrae y consolida. Si usted tiene la razón
en algo, argumente, proponga y trabaje. ¿Qué propone la oposición? El regreso
de la democracia y la institucionalización del país. ¿Tienen varias visiones?
Sí, hay pluralidad y se debe empujar con fuerza para una sola agenda. ¿La MUD
ha tenido mal desempeño? Sólo el 38% de los venezolanos la ven con buenos ojos
en esta coyuntura y tiene que replantearse. ¿Falta un plan conjunto? Ciertamente,
sin abandonar la calle y la protesta pacífica.
El
gobierno no vive un buen momento. Se siente a gusto enlutando a la nación pero
su base está confundida, divida entre radicales y “lights”. Según la última
encuesta del IVAD el 53% de la nación está de acuerdo con solicitar la renuncia
del Presidente y 61% con una Asamblea Nacional Constituyente. ¿Acaso más
muestra de rechazo?
Ante
esto, la actitud de todos los sectores políticos, estudiantes, jóvenes,
profesionales, partidos, gremios, intelectuales y demás organizaciones, debe
ser la de continuar la lucha en unidad. Buscar los puntos de encuentro en
función de avanzar. Unión real, un fuerte pacto como alternativa a la dictadura
y condenar la antipolítica, porque entre tanta desmemoria, suelen repetirse
malas experiencias.
Ángel Arellano
Email: asearellano@yahoo.es
Twitter:
@angelarellano
www.angelarellano.com.ve
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