En el ocaso de la Primera
República un sereno Miranda se despierta para contemplar la triste escena de su
entrega a los realistas. “Bochinche, bochinche, esta gente no sabe hacer sino
bochinche” exclamó decretando su rechazo a la desunión civil venezolana. La
capitulación con Monteverde, encargado de la causa realista para restablecer el
mando español en Venezuela, fue manipulada a los fines de expulsar de la escena
al ilustre Generalísimo universal.
Sobre la expresión Mirandina dirá Don
Arturo Úslar Pietri ante el Senado de la República el 04-07-1966: “En el fondo
de la conciencia venezolana resuena y debe resonar para siempre aquella voz que
en la más trágica hora de su existencia condenaba y maldecía la anarquía
estéril, la violencia estúpida y el desacato a las instituciones y a la
autoridad legítima”. Palabras sabias que resumen nuestra necesidad de unión
ante la empresa más importante que es salvar el país.
Francisco de Miranda nos llamó al
respeto de la ley, al orden inspirando en las instituciones y a mantener la
cohesión ciudadana para proteger el bien más preciado de la joven Venezuela
independiente: la libertad. Doscientos años después la consigna es la misma,
mantenernos dentro de la constitución. Ahora cuando el poder ha sido usurpado
por una camarilla ilegítima proveniente de la nueva clase oligarca que gobierna
desde hace 15 años, más unidos debemos estar.
Los estudiantes se han llenado de
gloria nuevamente. La juventud venezolana logró lo que parecía imposible luego
de las derrotas de 2013: convocar a miles de almas a las calles. El plan del 12F
fue cumplido a cabalidad, pacíficamente. Luego de concluir la marcha central en
Caracas, grupos armados, paramilitares afectos al gobierno, arremetieron
durante tarde y noche dejando el lamentable saldo que ya conocemos. Ya esto
había iniciado en Los Andes y Margarita.
Para el gobierno sólo existió un
lamentable fallecido que fue un miembro de un colectivo. No hubo serias
condolencias a los familiares de los muchachos caídos, menos revisión sobre los
heridos de bala. Gases lacrimógenos y perdigones a quemarropa han llenado todos
estos días con la más solemne impunidad estatal.
Sin embargo, la MUD deshoja la
margarita. En su seno se debate el “¿qué hacer?”. ¿Acaso 15 años de abusos no
han sido suficientes? Se argumentan miles de llamados al cese de la violencia
cuando es claro que al régimen no le importa la vida de nadie. Numerosos
analistas han abordado los contados espacios de opinión que quedan para exponer
su pensar sobre un posible repliegue de las masas para “esperar” que calmen las
aguas y aclare el panorama.
Pero
las aguas no han calmado y el panorama no pinta aclarar. La gente está
disgustada por la inflación, la escasez, la inseguridad y a esto añadimos la brutal
represión y censura que se está viviendo. Las alarmas están encendidas y la
sociedad de políticos debe estar a la altura de la demanda popular. Notamos a
principio de semana una dirigencia perdida, asustada, buscando culpables del
lado de la oposición en vez de encausar el despertar colectivo para lograr
victorias.
La solidaridad internacional está
ahí, muy presente. Mosca con un bochinche pues no estamos para nuevos errores
que puedan costar largas esperas para otras elecciones amañadas. No se puede
cohabitar con el totalitarismo y la orden de captura contra Leopoldo López así
lo demuestra. Sigamos en la calle.
Ángel
Arellano
Email:
asearellano@yahoo.es
Twitter:
@angelarellano
www.angelarellano.com.ve
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