Luego del espectáculo que ofreció el ciudadano alcalde del municipio Manuel Ezequiel Bruzual el miércoles santo en las cercanías de la Plaza Bolívar de Clarines, se suma a la desidia del pueblo el triste saboteo que sufrió la elección de la reina de las Fiestas Agropecuarias y Artesanales del pueblo, por ineficiencia de un plan de seguridad mal hecho.
Tan inservible como cualquier otro show que se haya visto del gobiernito rojo. La policía de Bruzual no estuvo presente sino hasta lo último y Polianzoátegui no supo qué hacer ante el bululú de gente.
Desde temprano, al llegar al evento, pudimos constatar que no había una presencia de efectivos de seguridad que armonizara el ambiente y garantizaran el libre tránsito. Tres policías de Anzoátegui moviendo el tránsito en una esquina en la manga de coleo Arturo Armas era lo único que más o menos llamaba al “orden”. Algunos borrachos y otros bajo efectos de sustancias aparentemente sicotrópicas, golpearon carros que pasaban frente el Centro Cívico en el sector Barrio Obrero, lugar del evento.
Posteriormente iniciado el espectáculo, por el que hay que felicitar a Parrandecla, organización que siempre realiza este popular evento, muchos coleados ingresaron al sitio. Los mismos tres policías estaban “chequeando” el lugar. A unos de los directivos de Parrandecla trataron de arrebatarle el dinero de las entradas, atracaron uno que otro teléfono y cartera distraída.
Pero el evento no puede parar allí. Conversamos con una funcionaria de la Policía de Anzoátegui quien no tenía clara su función. Hubo que buscar vasos plásticos para que quitara una botella a unos ciudadanos ebrios los cuales, acto seguido, iniciaron una pelea gigantesca que paró la música y movió a todo el mundo de sus sillas.
Un disparo al aire sonó por los efectivos de Polibruzual que aparecieron rato después. A mucha gente le prestó mejor irse, no está tan fácil recibir un tiro como está la situación: el Hospital Tipo 1 de Clarines dando lástima y el Razetti sin insumos.
A la final sacaron a los mala conducta y siguió la fiesta pese a que la gran mayoría se quedó asustada y en apoyo a sus amigas o familiares candidatas. Cero planificación policial, sin operativo que funcionara. Las calles de Clarines solas. Nada pasa con la delincuencia en estas ciudades de Dios, nadie que la controle ni que le meta un parao.
Con todo y eso sigue el plan de cubrir de corrupción a Bruzual. El Ejecutivo Municipal tiene mucho que demostrar ante la Contraloría General de la República por situaciones irregulares en el aspecto administrativo.
Ángel Arellano
www.angelarellano.tk
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