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martes, 3 de agosto de 2010

Damnificados sin respuesta

Inclementes lluvias continúan azotando Anzoátegui y la respuesta no se encuentra en los planes de contingencia de las catástrofes anuales en materia de inundaciones. Mucho menos en el reimpulso de la solidaridad inmediata de quienes pueden colaborar con insumos y donativos a las víctimas. Considerando que Protección Civil hace un trabajo muchas veces recortado por la escasez de presupuesto hacia la administración de desastres y prevención, la evaluación de este tema amerita una nueva dimensión.

Existe la realidad de que el ejecutivo regional destina suma ayuda de emergencia para tratar de hacer frente a estas calamidades que aun no tienen solución integral. Una inversión extraordinaria de 781.000 Bs. fue dispuesta ante los gravísimos acontecimientos por lluvias en los municipios Guanta, Sotillo, Bolívar, Bruzual, Libertad, Anaco y Guanipa. Las zonas afectadas son en su mayoría barriadas y sitios en alto riesgo carentes de planificación urbanística.

Con la disposición de estos recursos la gobernación entregó comida, medicamentos y enseres, más no hubo una iniciativa de reubicar las casi 200 familias damnificadas, puesto que la vivienda es un bien que escasea inclusive en el sector privado, reflejo de una contracción económica en la inversión de infraestructura habitacional en toda la atmósfera nacional. Más allá de estimular esto el crecimiento de las zonas urbanas seguras, conlleva a la expansión de ranchos y casa improvisadas en lugares bastante peligrosos para sus residentes.

Las precipitaciones en niveles superiormente alarmantes han colocado a prueba las gerencias de los ejecutivos municipales ante tales calamidades. El mes de julio significó un examen de fuego para muchos ayuntamientos que se vieron arropados ante las necesidades de las comunidades inundadas, por un pronóstico de lluvias fuera de lo normal, pero notificado por el Instituto de Meteorología.

Año tras año esta es una realidad que el pueblo anzoatiguense ve cara a cara. Las víctimas son los protagonistas de la cruda historia, pero el resto de la gente mira con zozobra el no tener bajo la manga un plan de reacción inmediata para acabar con este mal permanente. Ciudadanos plantean entre las comillas de notas de prensa diarias la importancia de una estrategia que ataque directamente esta problemática trabajando alcaldías, gobernación y entes legislativos con el mismo fin. Una alineación que hasta la fecha no ha podido lograrse en función de estas demandas.

La queja por las respuestas tardías y malos tratos de parte de los entes oficiales es también parte de los testimonios de quienes la lluvia los sacó de sus hogares, para no volver en varios meses, pues la proliferación de personas en estas zonas de alto riesgo, continúa.

Ángel Arellano

www.angelarellano.tk

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