El motivo que debe inundar nuestras venas es la contra al propósito de Miraflores en contra de la ciudadanía venezolana, y de las millones de personas valiosas que apuestan a una nueva vía para el bienestar.
El tema para escribir, es el país, el Estado venezolano que nos pide a gritos que lo defendamos con orgullo, pasión e hidalguía. Como muchos dicen, sabemos que el camino no es fácil, pero hay que caminarlo. Hay que pasar por el, y cuando lleguemos al final y comencemos a concretar nuevos comienzos, se verá el renacer de la democracia, la libertad y la paz que queremos reine en el mundo.
Dicho esto, nuestra democracia, la democracia que nos hace caminar en las marchas y soportar la represión gubernamental, se defiende básicamente en los procesos electorales. Es importante que la gente sepa el mensaje que contiene una campaña y que es lo que ofrece, pero también es fundamental armar una estrategia electoral enmarcada en el cuidado del voto, que nos garantice que la campaña sea materializada en resultados.
Entonces, claro está que el venezolano de a pie, y el que no camina mucho, sabe cual es la situación que ocurre en este preciso instante. Para el 15 de febrero iremos a unas elecciones que tienen una absurda pregunta y que busca eliminar toda aspiración de transformación y cambio en la sociedad criolla, eternizando un modelo de gobierno ya fracasado en 10 años de gestión corrupta.
Los testigos y miembros de mesa que se necesitan para vigilar el proceso electoral, son guardianes de la libertad que es atentada por el gobierno. De la demás ciudadanía queda apoyar a estas personas que tendrán un trabajo arduo y que se intensifica con la norma anticonstitucional de aumentar la hora del cierre de centros hasta las 6 de la tarde.
Vamos con la mirada en alto a respaldar los centros, quedémonos en las colas, protestemos las irregularidades y estemos en la calle hasta saber que volvimos a ganar y que tenemos las actas en la mano.
Ángel Arellano
asearellano@yahoo.es