Aquí encuentras mi opinión, lo que pienso sobre Venezuela y el momento que nos ha tocado vivir. Lecturas, crónicas, artículos, relatos y crítica... Bienvenidos.

jueves, 10 de mayo de 2007

DOS CAMINOS HACIA LA DESGRACIA

Oposición y Chavismo, ayudan a la impunidad


El 11 de abril, del año 2007, se cumplen 5 años de otro error protagonizado por la sociedad venezolana. El supuesto “golpe de estado” vivido en esta fecha, sólo dejo desdicha y tristeza a familiares, amigos, etc., de los que, unos años atrás, salieron con su bandera en mano para intentar cambiar este país. Qué fácil ha sido para los partidos políticos, que se han paseado por aquí y por allá, conseguir un elevado número de heridos y muertos, en las manifestaciones que han marcado la existencia de una nación como la nuestra. Y digo partidos políticos, porque son los verdaderos culpables de la cantidad de víctimas y afectados en las protestas, que han logrado mayor alboroto en los últimos años, con la finalidad de ningún progreso. A esto va ligada la característica más relevante en los hechos de abril del 2002: absoluta impunidad.

Abundantes son las aclaraciones que se observan cotidianamente, dadas por los testigos y perjudicados, en los medios de comunicación, sobre los casos y anécdotas de los lamentables desaparecidos y apaleados el día de “la masacre de El Silencio”. Precisamente son las personas, que viven el dolor cada minuto, las que buscan justicia, sin encontrar respuesta alguna a cambio: lo único que ven hasta ahora es palabrería de lado y lado, haciendo público su sufrimiento, utilizándolo como propaganda política.

Recordando imágenes del 11 de abril, observamos un inmenso río humano desbordado en toda Caracas, banderas venezolanas como agua en el mar, gente con ganas de cambiar la situación económica, política y social para ese tiempo… También, se pueden ver, imágenes de gente arrodillada pidiendo clemencia a una guardia nacional que salió a las calles con órdenes de eliminar hermanos venezolanos; delincuentes sobre un puente, disparando, sin importar nada, a los integrantes del gran río humano (mientras ese mismo “río humano”, era abaleado por francotiradores ubicados en sitios estratégicos, encargados de neutralizar manifestantes); estudiantes luchando contra bombas lacrimógenas, etc. Y, al mismo tiempo, “líderes” y personalidades de los partidos políticos de “oposición”, encargándose de rebuscarse con un puesto dentro de lo que sería la nueva administración ejecutiva de Venezuela. Sin dejar atrás, a los altos funcionarios del chavismo, planeando sigilosamente el regreso de su comandante, mientras este último, se encontraba fuera de la máxima casa de autoridad nacional (Miraflores).

Las dos caras de la moneda tuvieron una determinación decisiva para los hechos que ocasionaron tantas bajas y desgracias al pueblo venezolano. El chavismo: dirigentes y militantes de esta tolda ideológica, se dispusieron a la orden, a la hora de reprimir una manifestación pacífica que venía de realizarse toda la mitad del día. Encapuchados con camisas rojas y partidarios de Hugo Chávez, no se hicieron esperar para disparar y arremeter contra inocentes desarmados que se defendían con consignas, llamando a la paz y la unión. Violentos militantes de partidos oficialistas actuaron de forma agresiva y asesina contra la comunidad reunida en una protesta. Aunado a esto, la decisión del presidente, de aplicar una estrategia de guerra (plan Ávila), utilizando armas de combate a gran escala, suponía la intención sanguinaria de este “líder” para con su prójimo: exterminar a todo aquel que se opusiera a su opción política absolutista.

La oposición: organizaron, luego de su gran paro empresarial, a través de los medios de comunicación privados, una gran marcha en repudio al actual gobierno (2002). Iniciaron en el punto de partida, con su enorme conglomerado de manifestantes, para después disponerse a realizar las reuniones pertinentes, mientras en las calles las armas de fuego causaban estragos en las vidas de los que sostenían su bandera a capa y espada, para tratar de apoderarse del mando de Venezuela: la ambición y la sed de poder, los hizo olvidarse de aquellos que creían en una solución para el país. Cuando los actos de violencia se observaban calmados, los políticos “opositores” disfrutaban de su pequeño momento de gloria (puesto que sólo duró hasta el 13 de abril), y comenzaba el dolor en las casas de las víctimas, después de los acontecimientos del 11 de abril y su día posterior (hechos del 12 de abril).

Tiempo después, la impunidad reina en Venezuela con respecto a estos sucesos. Ni los chavistas, ni los “opositores”, se preocuparon por resolver los casos y las incógnitas que derivaron de dicho hecho. Sólo llegaron a la luz pública, algunas denuncias, capturas que después se perdieron de vista, bullas sobre juicios, etc. Del dicho al hecho hay mucho trecho, y todavía ninguno de los grupos políticos, han podido redactar una respuesta agradable para el pueblo, que con anhelada ansia, la espera. Surgió, además, para el bando del sector “opositor” al gobierno, un número de presos políticos y exiliados, que como en cualquier “golpe” o insurrección contra el estado, se puede observar.

En la actualidad la respuesta dada por el gobierno, que después de todo terminó volviendo al poder a los dos días, es: el 11 de abril es considerado como un golpe de estado aplicado por insignificantes y pequeños sectores de la oposición hacia la “revolución bolivariana” (proyecto de gobierno esbozado por Hugo Chávez) y su desarrollo; el 13 de abril es el día en que Venezuela volvió a tomar las riendas de la “revolución” y siguió “avanzando”.

Ángel Arellano.
CI: 19.841.865.
asearellano@yahoo.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjanos tu nombre y correo electrónico.
.:Gracias por el comentario:.