Partiendo de que la descentralización es un proceso
mediante el cual se desconcentra el poder gubernamental y político desde el
escenario nacional hacia las regiones, municipios y parroquias, supone un
elemento clave para articular la acción del gobierno en sus diversos renglones y fortalecer la democracia. Es
decir, se habilitan nuevos escenarios para la administración del poder en un
espacio más cercano a la gente y sus necesidades.
La descentralización plantea nuevos
ejercicios de gobernabilidad, dentro de los cuales destaca la capacidad del
gobierno central de coordinar con instituciones y organismos que tengan rangos
de acción menores. Es así como las responsabilidades se desconcentran partiendo
de un marco legal que reglamenta esta disposición de entregar facultades de
toma de decisión, servicios y resolución de problemas en otros estratos; y
llegan a actores estatales y no estatales ubicados en el interior del Estado.
Estos actores bien pudieran ser
instancias gubernamentales, institutos autónomos, empresas públicas,
organizaciones no gubernamentales, asociaciones civiles sin fines de lucro,
consejos comunales, organizaciones vecinales y sociales, entre otras formas de
asociación legítimas en nuestra nación.
Un factor de mayor Gobernabilidad
representa la descentralización por su capacidad de trasladar a la ciudadanía
el poder priorizando la integración de nuevos sectores de la sociedad en el
sistema de gobierno.
En el plano local, la
descentralización es el medio que consiste en trasladar la toma de decisión y
resolución de problemas y necesidades en los pueblos y ciudades. Esto puede ser
siguiendo un modelo municipalista en el cual las parroquias son el eje más
cercano a los ciudadanos y con las cuales se les hace el seguimiento necesario
a situaciones referentes a los servicios públicos, seguridad ciudadana,
documentación y demás asuntos vecinales.
En el ámbito regional, se requiere
de articulación con los municipios, para crear entes autónomos con la capacidad
necesaria de atender situaciones puntuales según las responsabilidades dadas a
estos. La descentralización es una fuerte arma de la gobernabilidad puesto que
gracias a ella se genera este ejercicio de delegar funciones mediante el camino
institucional a los espacios donde se genera algún tipo de demanda.
La descentralización a escala
nacional es uno de los indicadores fundamentales de la democracia, es por ello
que el Poder Central debe ser precursor de aquellos mecanismos que trasladen la
toma de decisiones a escenarios cada vez más cercanos a la ciudadanía. Resulta
un instrumento útil, siempre y cuando se respete la autonomía de poderes y el
sistema de justicia, puesto que la cercanía de la gente con el Gobierno y sus
instituciones representa más participación y menos presión social.
Una democracia más representativa,
participativa y funcional son los postulados de la descentralización en todos
sus niveles. Dicho esto, podemos afirmar que la gobernabilidad, basada en un
ejercicio democrático del poder, se beneficia de la descentralización.
Ángel Arellano
asearellano@yahoo.es
Twitter:
@angelarellano
www.angelarellano
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Déjanos tu nombre y correo electrónico.
.:Gracias por el comentario:.