Sin menos precio alguno a las actividades políticas realizadas en el ámbito internacional, muchas de ellas, claro está, positivas, acertadas y admirables; debemos pasar la página del análisis conciso de lo que emana en las corrientes ideológicas de otros países para saber que ocurre en el nuestro.
Y para ello, citaré el caso más cercano en América de los dos que analizamos en el artículo pasado: México: tres partidos, PAN, PRI y PRD. Estos representan las tendencias más marcadas en la disputa por el poder público en los espacios democráticos de su sociedad. Defienden el estado de derecho y conjugan reivindicaciones sociales en distintos tópicos que se extiende a lo largo y ancho de la vida ciudadana.
Lo que es conocido en nuestro argot común y sencillo como tendencia de izquierda, centro y derecha. A este se le anexa el radicalismo, progresismo o conservadurismo respectivamente.
Venezuela tiene esto mismo pero muy disperso, excesivamente disperso digo, desde mi humilde trinchera. Y es que con tantos partidos políticos no se logra consolidar la corriente ideológica que permita al ciudadano integrarse o afiliarse a la lucha partidista, aunado a esto la desvirtuación de la imagen de izquierda política llevada a cabo por el sector oficial que conforma el partido más grande del país, deja en un mar de pensamientos inconclusos a los venezolanos al saber porque color quieren optar.
Y no se nos puede escapar la pérdida de INSTITUCIONALIZACIÓN de los partidos políticos venezolanos. Tanto así que en diez años lo que ha ocasionado es la desorganización de los liderazgos, lo que llamo, “la pelea por el micrófono” que siempre sucede en las actividades de los partidos de oposición al régimen de Chávez.
Hay que encausar al país en un nuevo sistema social, una estructuración científica de cómo será su nuevo ambiente de trabajo, participación social y de vida. Son latentes los riesgos de perder la democracia en estos momentos con el nuevo asesinato a la constitución (que sí debería llamarse la moribunda) por la enmienda que se propone en Miraflores.
La juventud aspira y espera cambios y transformaciones, acuerdos y cohesiones entre los partidos. Hay buenas opciones, solo hay que analizarlas. No podemos esperar las respuestas, ingresemos y generemos organizaciones novedosas. Démosle un nuevo rumbo al país.
Ángel Arellano
asearellano@yahoo.es
Anzoátegui, Venezuela
Ángel Arellano
asearellano@yahoo.es
Anzoátegui, Venezuela
Hola! Muy bonito...
ResponderEliminar