La reacción del ex presidente
uruguayo y actual senador, José Mujica, tras la carta
enviada por Luís Almagro a la rectora del Consejo Nacional Electoral (CNE)
venezolano el pasado 10 de noviembre, en la que critica de forma contundente
los abusos del gobierno de Nicolás Maduro y la falta de condiciones para la
celebración de las próximas elecciones parlamentarias fechadas el 6 de
diciembre, ha generado una larga cola de comentarios en la opinión pública
uruguaya y venezolana.
Almagro, quien fue canciller del gobierno
de Mujica (2010-2015) y ejerce actualmente la secretaría general de la
Organización de Estados Americanos (OEA), manifestó en la correspondencia su
reprobación a la falta de garantías institucionales y democráticas para la
realización del proceso electoral:
“Si la secretaría general de la OEA fuera
indiferente a los pedidos de la oposición de los países sobre una observación
electoral estaríamos faltando gravemente a nuestro trabajo, que es el de
respaldar el buen funcionamiento de un proceso electoral para todos los
partidos políticos involucrados”.
En su crítica a la organización del evento electoral
en Venezuela, el también senador por el Movimiento de Participación Popular,
exigió al CNE un proceso justo, transparente y que cuenta con las máximas
garantías.
“Si yo mirara para otro lado ante el reclamo de la
oposición de su país y de la comunidad internacional estaría faltando a mis
deberes esenciales. Si usted no dispone de mecanismos que aseguren una
observación que tenga las más plenas garantías para su trabajo, usted está
fallando a obligaciones que hacen a la esencia de las garantías que debe
otorgar”.
Luego de manifestar esta posición, el día de hoy se
supo a primera hora, de acuerdo con el semanario Búsqueda de Montevideo, que Mujica
envió una carta a Almagro en la que expuso su descontento. El expresidente,
padrino político del secretario de la OEA, prefirió distanciarse de una de las
figuras clave de su equipo político antes de apoyar los cuestionamientos al
gobierno de Nicolás Maduro. "Lamento el rumbo por el que enfilaste y lo sé
irreversible, por eso ahora formalmente te digo adiós", escribió Mujica en
la misiva a Almagro, de acuerdo con Búsqueda.
La
semana pasada, la senadora Lucía
Topolansky, esposa de Mujica, señaló que el excanciller “tiene una
formación diplomática y jurídica, y él en esa carta extensa que escribe tiene
un énfasis jurídico absolutamente profundo. Entonces el MPP tiene una mirada
política”, en referencia al documento enviado a Lucena.
Igualmente, trascendió la contratación como adjuntos
a la secretaría general de la OEA de exjerarcas del mujiquismo, quienes no
continuaron en la tercera gestión de gobierno del Frente Amplio y, en algunos
casos, son adversos al presidente Tabaré Vásquez. Siguiendo información publicada
por El
Observador de Uruguay, algunos nombres son los siguientes: “el exprosecretario
de la Presidencia, Diego Cánepa, el exsubsecretario de Economía y también
exvicecanciller, Luis Porto, el exsubsecretario de Salud, Leonel Briozzo, y el
exministro de Defensa, Luis Rosadilla, son cuatro de los uruguayos en funciones
para la secretaría de Almagro”.
La situación plantea una división interna en el
Frente Amplio así como una discrepancia en la política exterior uruguaya.
Almagro, quien hoy es el encargado de manifestar el descontento de los países
miembros de la OEA ante los desequilibrios del proceso electoral de diciembre,
entre los que destaca la negativa del CNE a una misión de acompañamiento
técnico propuesta por la organización hemisférica, sostiene una postura
contrapuesta a la discreción por la que ha optado José Mujica evitando criticar
el régimen de Maduro y dando eventuales señales de apoyo en virtud de sostener
acuerdos económicos y políticos bilaterales trazados con el ex presidente Hugo
Chávez durante su administración.
Ángel Arellano
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