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miércoles, 4 de diciembre de 2013

Por todo lo que sabe: vote



          Comienzan a llegar los cotillones electorales a los centros de votación de todo el país y arrancan de un solo plumazo los pupitres a los alumnos en este ya bastante accidentado año escolar. Si la educación fuera prioridad en Venezuela, se tomarían previsiones mayores para no tener que descuartizar el poco tiempo que tiene la siembra en las aulas de clases.
            Redactamos algo tarde el artículo de esta semana porque cuando iniciamos estas letras, un apagón, o más bien un autoapagón, crispó el acto. Minutos después las redes sociales nos informaban que la oscuridad se había extendido en más de 14 estados. Algunos medios de comunicación alegaron el martes siguiente que fueron en total 17 estados sin luz, aunque el gobierno en su “extraño” reporte oficial, indicó que solo fueron 10 entidades las que tuvieron interrupción del servicio eléctrico.
            Y así pasan los días, en esta zozobra que trasciende en impotencia colectiva por nunca contar con la verdad de primera mano. Los venezolanos tienen mayor calidad informativa con medios extranjeros que con el periodismo nacional, por una sencilla razón, el veto prolongado que las fuentes oficiales le hicieron a los medios de comunicación privados hace ya unos 13 años.
            Vivimos una Venezuela de aproximaciones, de supuestos, de intentos, de piedras fundacionales pero no de hechos concretos y reales. Cada obra de envergadura se llena de obreros y maquinarias cuando se acercan las elecciones. Al pasar el día D, apagan los motores y continúan la carroña al botín. Proyectos que se han pagado en su totalidad tres o cuatro veces y no aparece una sola cabilla en el terreno planteado. Insumos que nunca llegaron a los hospitales, cisternas que se quedaron en la vía, postes que jamás alumbraron las calles, patrullas estacionadas quien sabe en qué depósito, dotación que ni por casualidad aterrizó en las escuelas y transformadores que llevan corriente a grandes fincas de nuevos magnates enchufados pero no a las zonas rurales que vuelven al abandono de principio del siglo pasado.
            Esa es la foto del país que tenemos hoy. Destrozado, saqueado, con una inflación que se tragó navidad y Niño Jesús de un solo bocado. Una escasez que sacó de la mesa nuestra tradicional hallaca así como la inseguridad quitó la silla de miles que ya no nos acompañan. ¿Qué razón tiene un venezolano de a pie para estar satisfecho con su calidad de vida? ¿Cuál argumento usa una madre o un padre para decirle a sus hijos que todo está bien? ¿Dónde está ese futuro que claman los jóvenes trabajadores o universitarios? Sencillamente el gobierno no puede ver a la cara a nuestro pueblo y dar esa respuesta porque está dedicado en maltratar, humillar, insultar, perseguir y sabotear la vida democrática de este país.
            La herramienta más grande, el arma más poderosa, el instrumento clave para movilizar todo ese descontento masivo es acudir a votar y dar una nueva lección a los ilegítimos odiadores que usan Miraflores como salón de fiestas. No hay trampa ni maña que pueda con una avalancha de votos que de un súbito golpe de timón. Votar, votar y votar. No dejar a nadie en las casas, en la calle, en la cuadra, en el barrio. Si queremos cambio hay que participar decididamente, en un ejercicio heroico que sólo las nuevas generaciones lo agradecerán porque la historia valorará lo que significó que el bravo pueblo de esta nación de próceres, no se dejara apabullar más de un lustro por estos sinvergüenzas.
            Sepan ustedes apreciados lectores que solo votando todo el mundo tendremos un fin de año esperanzador. La dirigencia opositora se prepara férreamente para activar cualquiera de los vehículos constitucionales, legítimos a cabalidad, para producir un reemplazo a este gobierno corrupto, ineficiente, colmado de esbirros y de una locura enfermiza por acabar con Venezuela y los venezolanos. No podemos llegar a seis años de esta comiquita que apena. Por todo lo que usted ya sabe y siente: vote.


Ángel Arellano
Twitter: @angelarellano

www.angelarellano.com.ve  

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