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martes, 27 de agosto de 2013

Algo huele mal en Anzoátegui (II)



           El debate como siempre trae sus argumentos buenos y malos, positivos y negativos, afines y opuestos. Pero es sano. Tan sano que presta su espacio para que afloren situaciones no antes vistas por ambos sectores. Y es que si algo se perdió en este país gracias a la Revolución Bonita, fue el respeto por ese debate constructivo que permite avanzar.
            Hoy el PSUV muestra un déficit de conversación, diálogo, entendimiento. Hace tiempo que dejaron de escuchar a su gente. La nómina sólo es usada para hacer bulto y beneficiarse de las dádivas que dejan los peces gordos. Pero el resto, la base pobre que sostiene (o sostenía) la cada vez más disminuida votación chavista, sigue llevando palo.
            En el plano regional, 21 equipos municipales del partido de gobierno echan candela. No hay un hueco de Anzoátegui donde el PSUV no se haya presentado dividido. Descontento, mucho descontento. Sobra quien objete y critique las candidaturas a concejales y alcaldes que presentaron. Ahora el enemigo electoral no es exclusividad de la MUD. La oposición interna, vestida de rojo, ha puesto a correr a más de uno.
            Entre alcaldes que no van para el baile de reelección y concejales que salieron como corcho de botella, se pasean las consignas desmotivadoras que no lubricarán esa gigantesca maquinaria que a billete limpio y bajo la sombra de Chávez, cristalizó la victoria de los rojos en diciembre pasado.
            Nelson Moreno, en recientes declaraciones, reivindicó cada uno de los nombres que el PSUV inscribió en el estado. Dijo que no hay nada que revisar. La nueva voz cantante ante los temores de la enfermedad que padece el gobernador.
Queda ese hervidero de reconcomios vivito. Magglio Ordoñez es uno de esos personajes que se estrena en la política nada más y nada menos que en la alfombra de Puerto La Cruz, una ciudad donde el chavismo luce bastante tosco y falto de orden.
            Así nos vamos paseando por la geografía de nuestro estado. Vamos por la costa hasta llegar al oeste y observamos personajes dignos de un portarretrato. El actual y fugitivo alcalde de Puerto Píritu, Axel Rodríguez, acorralado por la Comisión de Contraloría de la AN, no apoya al nuevo candidato Psuvista. Inventó mejor darle la mano a un dirigente sindical que se lanzó al agua en Peñalver.
            En Bruzual, el pésimo alcalde embadurnado en quejas, desastres y una gestión nefasta, optó por respaldar oficialmente a un individuo sumamente desconocido y cuyo logro más posicionado es la división del PSUV. El Tigre vive un lamentable fraccionamiento de sus bases con un gerente de Pdvsa de nombre Jesús Figuera. Anaco persiste una sostenida protesta por el descalabro de “Frasso”, y en Pariaguán repite en su postulación Tomás Bello al igual que Rita Jiménez en Píritu.
            Es de entrever que la masa no está para bollo y que el chavismo es una ola bien revuelta. En la talanquera el contador se averió de tanta saltadera. De tanto aspirar la mayoría se quedó con los crespos hechos. Para nada tanto consejo comunal, comuna, comité de base, unidades de batalla y cuanta nomenclatura ridícula se haya inventado estos últimos años.
Lo cierto es que el chavismo no cuaja, desentona. Y al igual que su circunstancial líder en Miraflores, está tan vulnerable, que cualquier brisita les puede arrancar un buen lote de alcaldías.

Ángel Arellano
Email: asearellano@yahoo.es
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martes, 20 de agosto de 2013

Algo huele mal en Anzoátegui


          A continuación hablaremos de rumores que vibran duro por doquier. Supuestos. Chismes de carretilla y pasillo. Es lo que anda rodando en boca de todo mundo pero nadie ha dedicado un segundo en explicar, y mucho menos en desmentir.
            Que la verdad siempre nos haga libres. Por eso aclaro. Son conjeturas, interpretaciones.
            Lo que sí tiene mayor asidero histórico en este texto es su título. Una paráfrasis del sonado eslogan de campaña que usó Ovidio Alejandro González en las elecciones municipales de 2008 en Lechería. “Algo huele mal” refiere a un punto no despejado, turbio. Representó en aquel momento una situación bastante negativa para la oposición y hoy puede que se reivindique para el delicado clima en el gobierno regional.
            Ya no es secreto. Todos lo dicen, todos lo comentan. Cada quien manosea la información según lo escuchado pero no hay mayor precisión oficial sobre ello: el gobernador del estado Anzoátegui, Aristóbulo Istúriz, adolece de un lamentable estado de salud, lo que pudiera obligarlo a retirarse temporal o permanentemente del cargo.
            Este dato no llena de alegría a nadie. De ser así, vaya nuestra solidaridad (sería anticristiano pregonar lo contrario) para un mandatario muy particular. Pues al no ser oriundo ni característico de la tierra que gobierna, ganó un proceso electoral en el que la oposición estaba cabizbaja y el CNE cortó rabo y oreja.
            Si Istúriz atendiendo el llamado de su enfermedad abandona la silla de Los Jardines, el flamante presidente del Consejo Legislativo del Estado Anzoátegui, Nelson Moreno, ex alcalde de Puerto La Cruz, quedaría hecho en el puesto. Mientras Aristóbulo se recupera, o hasta unas nuevas elecciones.
            Vale integrar en esta narración que el secretario general del gobierno de Anzoátegui, Guillermo Martínez, es el candidato del PSUV para la alcaldía de Barcelona. Por tanto, tendría Moreno cancha abierta para gobernar ese breve tiempo. Cuando el gato se va, los ratones hacen fiesta. Y en este país no falta saber que siempre sale alguien con iniciativa a la calle, la historia pudiera cambiar.
            “Eficiencia mayor”: sencillamente una gestión en Anzoátegui que arrancó con grandes expectativas de recuperación vial, ejecutando enormes asfaltados en la zona norte y otras latitudes de la región, pero que poco a poco ha perdido conexión con la población por su rasgo de visitante. Luce desencajada, carente de brillo. Promete y no concreta.
            En blanco y negro para el común denominador: ¿un gobernador de Anzoátegui que no vaya a los juegos de Caribes, Marinos o el Deportivo? ¡Qué va!
            Este vals ya se estaría bailando bajo cuerda en la MUD pues ante cualquier movimiento del pitcher, la oposición tiene que estar preparada para robar una base. Pero, ¿cuál sería ese líder regional que aglomeraría a todos los sectores opuestos al chavismo para ganar el estado? ¿Hay un cuadro político importante más allá de los actuales candidatos a alcaldes y concejales? ¿Cómo está ese panorama?

            Mientras, desde la lomita de Puerto La Cruz, el ex mandatario Tarek William Saab logró coronar a uno de los suyos, el pelotero e importante contratista Magglio Ordoñez. Sería, por lo que se olfatea en portales pro gobierno como aporrea.org, un espacio para oxigenar a Tarek y dejarlo válido ante cualquier carrera precipitada hacia la gobernación.
Digamos que le llegó su momento, así como a Nelson Moreno. Quien luego de ser alcalde de Puerto La Cruz, montó en el despacho a un “doctor” que ejecutó una penosa y sombría gestión: Stalin Fuentes. ¿Quién era Nelson Moreno hace unos años? Nadie, polvo cósmico. Ahora luce como presidente del CLEA, declara quien va y quien no en la terna del PSUV para el 8D, y de ser tan grave lo de Istúriz, correría como posible remplazo.
¿Quién era Tarek en enero o febrero? Alguien a quien quisieron desaparecer. Y ahí está, le tocará bien difícil contra Marcos Figueroa. Pero está.
Reiteramos que todas son conjeturas, bastante ventiladas. Precisemos de cerca cómo se encuadra el juego político, pues no hay dudas de que algo huele mal en Anzoátegui.



Ángel Arellano
Email: asearellano@yahoo.es
Twitter: @angelarellano

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miércoles, 14 de agosto de 2013

Reiteración, ejercicio necesario


 De las figuras que circundan el mar de la literatura, hay una sumamente poderosa que reposa en las arcas de los mejores discursos que el hombre ha pronunciado.
Una herramienta que puede rallar en lo subjetivo y objetivo a la vez, así como nadar hasta la orilla de la persuasión, luego de un chapuzón en el subconsciente de su público, llegando a entrometerse en las aciagas mentes de quienes no comparten el despliegue retórico al que han sido sometidos.
La reiteración, tan simple como compleja, es un universo de posibilidades que conlleva al posicionamiento del mensaje. Para lograr una retención de lo que hemos dicho, no hay artilugio más preciso y presto a colaborar que la repetición. Reiterar es volver y volver a subrayar lo estratégico dentro de nuestro palabrerío. Jamás la reiteración puede ser antítesis de la argumentación, armonía y síntesis. Todas fluyen en el mismo rio. Todas comparten orígenes genéticos.
En el discurso político, la reiteración enriquece el porcentaje de captación, acrecentándolo. En el esquema publicitario, la uniformidad y estratégica repetición (parte de un plan), inserta en el subconsciente del público un mensaje previamente pensado y elaborado, que estimula la adquisición de un bien o servicio.
En ambos sentidos, este poderoso instrumento de batalla proyecta nuestras capacidades y nos distingue del resto. Para hablar hay que organizar las ideas. Tanto caos, crisis y problemas ocasionados por la imprudencia que vale sólo referir las relaciones internacionales actuales de Venezuela, como un ejemplo de lo que no se debe hacer al hablar.
Pensar, canalizar, editar y luego abrir la boca. En este diseño de la comunicación la reiteración habilita grandes oportunidades a una palabra antes utilizada en este mismo texto: posicionamiento. Los buenos oradores, aquellos que tras sus palabras dejan una estela de opiniones, reseñas, comentarios y consecuencias, conocen lo necesario de la reiteración. Si iniciamos una importante conferencia y no definimos la idea principal, no la cuidamos del resto de argumentos y soportes, no la protegemos de ese oyente poco atento, perdemos nuestro tiempo y el del auditorio.
Miles son los dirigentes de esta sociedad que por no estar bien formados al hablar, salen a la calle a decir barbaridades y disparates. Incluso, muchos de ellos, con sobradas razones, defienden causas justas, loables. Pero, valga que nunca falta el acusado “pero”, su mensaje no llega, se deshilacha entre las marramuncias del murmullo por no estar bien estructurado.
A veces vergüenza, a veces impotencia. Cuando uno escucha tantos políticos representantes de algún sector ciudadano hablando en balde por no pensar lo que dicen, no detenerse unos segundos a descargar las ideas en un ambiente previo al micrófono, siente más retroceso en este golpeado país.
Recordamos. En los accidentados primeros pasos de la democracia venezolana, la nación se honró en tener oradores ilustres, poetas en el Parlamento y relacionistas que deslumbraron al mundo con sus oportunos planteamientos. Hoy, luego de 14 años que abalaron la deformación del discurso político por parte de los ramplones representantes del corrompido poder rojo, cenizas quedan de aquel experimento tan importante para la modernización de América.
Y son esas cenizas, que en las manos de la pujante juventud criolla, redoblarán esfuerzos por reavivar la llamarada de la democracia en momentos tan turbios.
Los últimos años se ha reiterado la demagogia, el populismo y la incapacidad para atender cada aspecto de la vida en sociedad. Las palabras no se pensaron y más daño no se le ha podido hacer a Venezuela. La Patria requiere pensamientos ordenados, emisores preparados y un gran espíritu por proteger los mensajes que nos llevarán al cambio.

Ángel Arellano
Twitter: @angelarellano

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miércoles, 7 de agosto de 2013

Paracaidismo y maquillaje


Todos cómodos en sus respectivas butacas porque en el quirófano de país inició el proceso de postulación para las 335 alcaldías y sus respectivos concejos municipales.
El gobierno dio inicio a este magno evento con rasgos propios de un reality show. Sus primeros nombres para ciudades que generan altísima opinión pública no son otros que el animador Wiston Vallenilla para Baruta, el también presentador de televisión y filósofo Miguel Ángel Pérez Pirela para Maracaibo, el pelotero Antonio “El Potro” Álvarez para el mirandino municipio Sucre y su colega beisbolista Magglio Ordoñez para Puerto La Cruz.
A todos los une una genuina característica. Más allá del profeso amor por Chávez y la naturaleza propia de paracaidistas, están ligados por la sencilla razón de que ninguno vota, ni reside, en los municipios encomendados.
Aunque la plataforma comunicacional chavista financiada con el Presupuesto Nacional buscó desmontar cualquier matriz negativa amparándose en el relevo que significan estas promesas “juveniles” para el país, no hubo trinchera que guardara el descontento generalizado en las bases rojas por el aterrizaje forzoso de estos recién llegados.
El oficialismo convulsiona. Tanto líder de base, tanto consejo comunal, comunas y publicidad gastada en “El Pueblo” para terminar nombrando sólo a personajes con tarjeta VIP en el salón de los enchufados. Es imposible no pensar en un revés impresionante para el 8 de diciembre. El pase de factura y el salto de talanquera volverán a colmar primeras páginas de esta Venezuela herida.
No falta quien considere que hay movimientos de Miraflores, o de Diosdado (no sabemos a ciencia cierta quien tenga más voz de mando en la agenda) que se anclan en la directriz de sacar del medio a cuadros bien vistos dentro del gobierno. Algunos sectores han reconocido la labor de Dante Rivas frente al Saime, INTT y ahora Minamb; así como la de Francisco Garcés frente el Ministerio de Transporte. Pero el gobierno penaliza aquel que pueda ejecutar una maniobra con un milímetro de amplitud o eficiencia. Así han salido muchos, para darle paso al maquillaje y al secador.
Los meses que restan de este turbulento 2013 carecen de matices de recuperación económica. Mientras exportamos unos $615 millones al imperio capitalista, importamos de ahí mismo unos $12 mil millones.
Maduro adolece de escasez, inseguridad, inflación. Trata de resolver los problemas aupando tempestades en las instituciones nacionales cavando una profunda tumba. No es amigo del empresariado, ellos sólo "han de tragar sapos vivos para mantener sus negocios pero no le comunican un ápice de legitimidad al hombre que vegeta en Miraflores", como diría Carlos Blanco en reciente texto.
Y para mal de males, la lucha contra la corrupción desplegada rimbombante en televisión es resumida en una breve y rodada mancheta: “Que Maduro marche contra la corrupción es como que Maradona proteste contra las drogas”.
Arrancaron, ahora sí, las municipales. No exclamemos “¡vamos a ver qué pasa!”. Sería cobarde e irresponsable. Reiteremos: “A participar todos, no dejemos espacios vacíos”. Salud y paz.


Ángel Arellano
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