Alebrestaba una cumbre por
allá en Río de Janeiro José Pepe Mujica en junio del año pasado, diciendo cosas
como esta: “En mi país (Uruguay) hay tres millones doscientos mil habitantes,
pero hay unas 13 millones de vacas de las mejores del mundo. Unas ocho o nueve
millones de ovejas estupendas. Mi país es exportador de comida, de lácteos, de
carne. Es una penillanura, casi el 90% de su territorio es aprovechable”.
Coloridas palabras para una
de las interpretaciones contestatarias más importantes del año pasado en
Latinoamérica. Su trascendencia desencajó a muchos conservadores en la región,
pero generó expectativas positivas en los mercados locales. Porque si algo sabe
el Pepe, como cualquier otro miembro pleno del Mercosur, es que si no se
trabaja con la empresa privada, a nada se llega y sales disparado como corcho
de botella. O cómo le dijo en algún momento de este mismo año en curso a su
amigo Nicolás Maduro, “quedas como leche al vino”.
Consejero del “mientras
tanto”, Mujica glorifica los avances uruguayos en el agro y su importancia en
los mercados internacionales. Pero su defendida Revolución Bolivariana no ha
hecho nada para siquiera semejarse a las potencias del sur que engloban la
quinta economía más importante del mundo.
En mayo del corriente, el
Gobierno Nacional aumentó en 20% el precio que controla las ventas de carne,
pollo y leche. Al corte de los primeros nueve días de julio se ha aumentado en
9,4% la importación de carne. En lo que va de 2013 la inflación se registra así:
enero 3.3%, febrero 1.6%, marzo 2.8%, abril 4.3%, mayo 6.1%, junio 4.7%. El subdesarrollo
tiene tan colmada a Venezuela que tenemos las reservas de petróleo más grandes
del mundo pero importamos algo más de 200 mil barriles diarios a EEUU.
Señor Mujica, mi país no exporta
ni la leche de las chivas que en los llanos mueren por la sequía amen de la
falta de sistema de riego en nuestras muy extensas sabanas. Tenemos bastante
más terreno apto para el agro que Uruguay, pero traemos carne, pollo, caraotas,
café, arroz y azúcar de todos lados menos de nuestro campo que está mucho más deteriorado
que los territorios árabes en conflicto.
Apreciado Pepe, es bueno que
usted, reconocido como “el Presidente más pobre del mundo”, por sus muestras de
humildad y desprendimiento material, hable con su homólogo que en proeza tan
tramposa como ilegítima, se hizo con la silla de Miraflores, para que “le baje
dos” en verdad verdad a los incrementados gastos suntuarios que desde las full
equipo partidas del Despacho de la Presidencia, se despilfarran por el mundo
como si fueran caramelos en Carnaval: “quieren la cancha y los cuatro reales”.
No en vano de reojo se ve el
rechazo internacional de tan mal hablado y poco original dirigente político.
Maduro no levanta ni polvo. Sólo consigue tararear canciones con adeptos que
logró el difunto Chávez a través de la petrochequera que hoy está viviendo una
catastrófica deuda negociada con China y a punta de títulos en valores de la
República misma.
Si en Uruguay la política
del gobierno fuera expropiar haciendas productivas, industrias nacionales e
internacionales eternamente establecidas
y servicios que por muchos años
funcionaron bien, esos 3.200.000 habitantes estuvieran como sus hermanos
venezolanos, migrando despavoridos al resto del Planeta o haciendo de
buhoneros, en la zozobra de una inseguridad generalizada que no respeta
siquiera a una madre junto a su hija que recibieron más de 50 impactos de bala
por Guardias Nacionales que están en la calle trabajando por una Patria que
está tan insegura como traumatizada.
Snowden no es nuestro tema.
Sólo representa una cortina de humo para huir al espanto de la escasez y la
quiebra económica que sumerge a Venezuela.
En el fango de la ineptitud
y el desprestigio se mueven nuestras instituciones democráticas. No hay
justicia ni resguardo al disidente. Tan perseguidos los contrarios como los
inocentes. Si no eres boliburgués no cuentas con la protección del sistema.
Basta saber que en el estado Anzoátegui hasta diciembre del año pasado el 60%
de la Policía Regional hacía labores de escolta según denunció la rectora de la
Universidad Experimental de la Seguridad.
Pepe, favor háblale al
Maduro, que mi país se fragmenta en pedazos de odio mientras el tuyo crece.
Venezuela navega en aguas profundas cuya orilla sería una guerra civil y el
tuyo disfruta de mayor crecimiento turístico. Aquí las oportunidades ni calvas
las pintan. Colabóranos y no seas parte de esa América Latina que olvida que
Venezuela estuvo ahí con su brazo democrático cuando ellos más lo necesitaron.
Ángel
Arellano
Email: asearellano@yahoo.es
Twitter: @angelarellano
www.angelarellano.com.ve
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