Dentro de la diversidad de movimientos políticos, partidos revolucionarios, organizaciones estudiantiles, etc., que surgen diariamente en las escuelas y facultades de las universidades venezolanas, nace una agrupación llamada movimiento 13 de abril.
Esta “secta” revolucionaria, estuvo, o sigue estando (no se sabe si se desintegró hasta el próximo año), estructurada en varias universidades del país: UCV, UC, UDO, y por supuesto, la UBV. Su cometido, o su concepto de existencia, es: conmemorar y enaltecer el 13 de abril de 2002, como “fecha histórica y vital en el desarrollo de Venezuela” y de la revolución bolivariana. Para esto, se organizan en bandadas de gente, y salen a predicar la palabra del “líder” Hugo Chávez.
Es muy pobre el intelecto de aquél estudiante que se preste para semejante chapucería. Celebrar el 13 de abril tiene como consecuencia (para aquél que no lo sabe), pisotear la desdicha de aquellos familiares de las víctimas de “la masacre de El Silencio”. ¿Cuál será el pensamiento que tendrá cualquier persona que haya vivido los sucesos de abril de 2002, al escuchar “todo 11 tiene su 13”? Esta gran campaña de publicidad, financiada con el dinero de “todos los venezolanos”, crea un nudo en la garganta en la gente que marchó ese día. Y, que salió con su bandera a defender su país, mientras venían observando como se caía a pedazos.
Los estudiantes que se encuentran en las nóminas del M 13-A (porque, a lo mejor, les cae algún dinerito después de la marcha en la Av. Urdaneta), deberían retroceder los videos proyectados por los canales oficialistas que tanto alaban, y observar detalladamente en ellos, que el 11 de abril, en las calles, lo que había era plomo contra una gente indefensa e inocente. Deberían, también, ver una y otra vez, el video donde su “líder ideológico”, obliga aplicar contra la manifestación pacífica el llamado “Plan Ávila”. La masacre que ocurrió ese día de abril, quedaría minúscula, si los militares que se mostraron “insurrectos” contra el régimen, le hubiesen dado el ejecútese a esta bélica estrategia de guerra.
El M 13-A, es presentado a sus nuevos militantes, como un refuerzo para la revolución bolivariana, y como órgano de vital de ayuda a los sectores adulantes al gobierno, quienes le ofrecen su apoyo al cien por ciento. Ninguna fecha que signifique luto activo para el país, puede ser considerada como “gloriosa”. Lo único histórico encontrado en los sucesos de abril de 2002, es la represión a gran escala y el descarado asesinato, pintado actualmente de una completa impunidad, que propinó Hugo Chávez a las personas que no estaban deacuerdo con él. Por lo tanto, su regreso, el 13 de abril, sólo representa su criminal perpetuación en el poder, y el avance de una Venezuela en dictadura.
A los estudiantes e integrantes en general del M 13-A, solo resta informarles que son partes de un culto al magnicidio, y que destruyen la moral de algunas personas que sueñan con un país más digno de habitar para todos y todas.
Ángel Arellano.
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