Aquí encuentras mi opinión, lo que pienso sobre Venezuela y el momento que nos ha tocado vivir. Lecturas, crónicas, artículos, relatos y crítica... Bienvenidos.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

La mentira transpira


            Ya están haciendo aguas los inventarios e inicia la resaca consumista. Las colas comienzan a flaquear porque cada día son menos productos que hay para comprar. Los grandes homenajeados con el mini bajón de la inflación en algunos establecimientos a punta de pistola, fueron las mafias que compraron cuanto pudieron para revender en los próximos meses a 5 ó 6 veces el precio todos esos aires acondicionados, neveras, lavadoras, equipos de sonido, televisores y cuanto pudieron adquirir en la estampida del “sálvese quien pueda”.
            No dejaremos por fuera a los enchufados, principales promotores y patrocinantes de estas prácticas fraudulentas, acaparadoras, delictivas. ¿Será que Maduro ahora manda a saquear los depósitos encubiertos de  buhoneros y principales colaboradores contratistas que sacaron cuanto efectivo pudieron para poner un ejército de personas que por cuatro lochas compraban lo que quisieran para llevarlas al jefe?
            Se corrompió a tal nivel el mercado, hemos venido diciéndolo sostenidamente, que el próximo año cuando salga el pueblo a comprar un aire acondicionado por las insoportables olas de calor, no encontrará ni un ventilador. La inflación baja por las escaleras y sube por el ascensor, una teoría milenaria que Miraflores no comprende porque no cuentan con un solo economista en su repertorio de enchufados, y cuando lo tuvieron, fue uno de esos que nace cada 100 años con las telarañas pegadas desde el útero y con ansias de pasar a los libros negros de la historia patria.
            Preguntaba al público el diputado Alfonso Marquina en una reciente asamblea con su par Carlos Andrés Michelangeli en un empobrecido barrio de Barcelona: “¿será que un blu-ray a precio regalado va a resolver los problemas del pueblo?”. Quisiera el gobierno que sí, pero con los inventarios tocando fondo cualquier show televisivo quedará desmontado la próxima semana y se encontrarán más vulnerables que nunca del desprecio popular. La escasez se mantiene en el sector alimentos, recordemos para quien todavía tiene la santa voluntad de votar por el gobierno que 20 de cada 100 productos no se encuentran en Venezuela y vamos para cinco años haciendo colas para comprar elementos básicos de la dieta nacional.
            Ante la arremetida mediática del oficialismo encadenando por cada acto intrascendental, rebasando incluso el número de horas en pantalla del difunto, la oposición ha quedado desde hace un par de meses con un cerco que representa nuevos retos para convocar el descontento. Sin embargo, cada necesidad se responde con un planteamiento: la lucha ha seguido por otros medios en los que el gobierno tiene debilidad como internet, redes sociales, telefonía celular. El consumismo que estimuló Chávez en sus 14 años de petro-despilfarro dotó a la población venezolana con millones de celulares inteligentes, que conectados a nuestra débil plataforma de internet (comparada con el promedio en Sudamérica), han significado la nueva pesadilla de los rojos rojitos. La tropa, la guerrilla comunicacional, la difunda hojilla, y la Iguana TV, han sido gigantescas nóminas de pasantes que trabajan 24/7 para posicionar los mensajes de la Revolución con perfiles, cuentas y personas fantasmas. La mentira transpira y huele podrido, a ese aroma nauseabundo de los miles de contenedores de Pudreval.
            El secuestro de Alejandro Silva, los cabillazos a once seguidores de Chocchiola en su llegada a Valencia, el asesinato a un candidato a concejal por la MUD en el Zulia, el amedrentamiento contra periodistas, bloqueo de divisas a periódicos y emisoras críticas, es el accidentado preámbulo al escenario de sicariato que por los síntomas de este cáncer, implementará Maduro en breve. Simonovis es prueba fiel lo que es capaz el chavismo para humillar y sembrar miedo, pero el terror nunca vence. Cuando Hitler estuvo en la aurora de su poder convocando a las masas a la guerra sin tregua, cayó.



Ángel Arellano
Twitter: @angelarellano

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miércoles, 20 de noviembre de 2013

La carta suicida


          Como última bocanada ante una enfermedad que no mejora, Miraflores ha decretado subastar los cachivaches que quedan en el estante ante la opinión pública a través de cadenas nacionales que llaman al saqueo y a la guerra pueblo/comerciantes. A punta de pistola Maduro aspira bajar los precios de manera estrepitosa para llegar a orillas inciertas el 8 de diciembre. La mal herida economía de la “Patria querida” sigue a la gestión del hombre del pajarito en sus finales suspiros antes del quiebre final.
            A lo largo de estos 15 años en revolución, los economistas se han paseado por diferentes escenarios y todos calificados como “el peor momento” que vive el país. Vale preguntar ¿es este en verdad el peor momento? De 1999 para acá con el radicalismo político, la constituyente, nueva distribución de fuerzas partidistas, mayoría oficialista en el parlamento en 2005, barril del petróleo por el cielo, reelección de Chávez en 2006, crisis alimentaria de 2009, crisis eléctrica de 2010, crisis penitenciaria 2010-2011-2012, y pare usted de contar, hasta llegar a la muerte de Chávez y acontecimientos actuales; Venezuela siempre ha podido estar peor.
            Algunos expertos refieren que la economía nunca muere. Siempre existirá una chispa de oferta y demanda que avive el motor productivo y sea ceniza para la resurrección del ave fénix. ¿Estamos ahora sí cerca de esa última chispa? ¿Es la carta suicida de Maduro de acabar con los pocos inventarios que mantiene abastecidos al país la gota que derramó el vaso para iniciar un 2014 atestado de conflictos sociales?
            El gobierno ríe en sus aposentos porque se encuentra Habilitado para afincarse en las medidas que generan empatía en los sectores más desposeídos de la nación. Capaz marzo, puede que abril, lo cierto es que en el segundo semestre del próximo año no habrá nada que comprar. Las únicas inversiones que se moverán como pez en el agua son la de los buhoneros que andan de cola en cola amaneciendo para adquirir electrodomésticos. Iniciando 2014 en vez de ir a un supermercado o una tienda común y corriente, el negocio será en los tarantines: “vendo harina pan, harina de trigo, aceite, leche, mantequilla, también tengo aires acondicionados, televisores, neveras, cocinas”. Hacia allá vamos.
            ¿Quiénes compran en las colas de la borrachera del consumo? Los que aprovechan. Siempre hay miles de hombres y mujeres dispuestos a pasar dos o tres días en colas para hacerse con algunos productos que seguramente no son de primera necesidad. El ausentismo laboral tocó el 28%. ¿Es esa la gente que marcará la diferencia en las elecciones municipales y votará agradecida por el gobierno? No. La situación económica del pobre es una ola que se ha elevado un poco al comprar algo muy barato pero que rompe estrepitosamente al regresar a casa y encontrar los precios volando por las nubes en la bodega junto al pasaje del transporte público, la ropa y el Niño Jesús.
            Al país le ha hecho mucho daño la mafia del cemento, la cabilla, el aluminio, las autopartes y todo lo que se importa en los “bolipuertos” (nombre correctamente acuñado). Los únicos que festejan el banquete de desgracias que tiene Venezuela es el grupo de enchufados que sacan desesperados sus fortunas en dólares a otras latitudes porque saben que el juicio final les viene pronto.
El diputado 99 resultó ser, como estaba previsto, el TSJ. A nadie sorprendió, por eso el ilegítimo reina en el desierto con una popularidad mediocre y un gobierno que se le cae a pedazos. Sacan de la jugada a varios opositores claves, porque en esta cruzada suicida, el PSUV sabe que saldrá bastante golpeado. Como lo ha dicho Henrique Capriles y Leopoldo López: “luego del 8D vamos por ti Maduro, con la Constitución en la mano”.


Ángel Arellano
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lunes, 11 de noviembre de 2013

Déficit municipal


          Para los próximos comicios electorales la disputa es clara entre un modelo corrompido y otro esperanzador que se presenta alterno al desastre en este episodio de la gerencia pública municipal contemporánea.
            Las alcaldías, con muchas más responsabilidades que en 1989 cuando inició el mayor avance en descentralización del Poder Ejecutivo, están atestadas de problemas, calamidades y crisis por resolver. Los recursos son pocos y el alcance de la corrupción en el nivel municipal es exorbitante.
            En 2014 del total presupuestado por el Gobierno Nacional (Bs. 552.633millones), el 72% está asignado a la Presidencia de la República y ministerios (Bs. 396.628 millones), y un 19% a los estados y municipios (Bs. 106.798 millones). El consuelo es muy pero muy poco para alcaldes y gobernadores pues el Consejo Federal de Gobierno, que pudiera aliviar la carga en grandes obras de infraestructura (por lo general las más costosas) a través del Fondo de Compensación Interterritorial (FCI), sólo tiene asignado un 5% del presupuesto total de la nación (Bs. 29.090 millones).
            Se oscurece el panorama aún más porque es bastante probable que tengamos durante el próximo año una Contraloría General de la República caldeada y seguramente matraquera. En 2013 se le asignó a este órgano vital de la democracia Bs. 798 millones y para 2014 tendrá sólo Bs. 478 millones, con la bicoca de que su nómina creció 4%.
            El barril de petróleo venezolano promedia en el mercado internacional $103. Maduro lo presupuesta en $60 para manejar la diferencia de $43 en los fondos paralelos que a discreción de Miraflores financian la protección de la especie humana, la felicidad cubana y el gendarme bolivariano. De manera que ese montón de dólares tampoco entrarán a los otros niveles de gobierno.


            Establecido este cuadro vemos que el margen de maniobra de los próximos alcaldes para desarrollar sus gestiones está flanqueado por la falta de recursos. Con una inflación del 50% en lo que va de año, y un 2014 que no luce mejor pónganlo como lo pongan, la recaudación tributaria, que pudiera ser el oxígeno dentro del quirófano de los 335 municipios, va palo abajo. ¿Por qué? Responde a razones exclusivamente económicas, de comportamiento del mercado y de la sostenida desindustrialización del país.
            Por ejemplo, en el municipio Urbaneja del estado Anzoátegui, donde tuve la oportunidad de laborar durante un par de años, la recaudación de impuestos representa poco más del 80% de los recursos que nutren el presupuesto municipal. Es una localidad pequeña (12km2), sin embargo, posee un pujante comercio que la hace la capital económica del eje metropolitano anzoatiguense.
Entre 2011 y 2012 más de 760 contribuyentes cerraron sus puertas en Urbaneja por la crisis económica nacional, lo que representa un duro golpe para la administración local. No importa sean pequeños, medianos, grandes, gigantes o empresarios de maletín. Todo aporte que clausure sus actividades no sólo representa inactividad y posterior informalidad para el Estado en su conjunto, sino un duro golpe para la economía municipal que depende, luego de exponer la realidad del presupuesto 2014, de la recaudación.
Municipios rurales, pequeños y parroquias alejadas tendrán peores realidades porque su dependencia al situado constitucional y FCI es en muchos casos hasta de un 98%. También, vale dejar claro que en el caso de Anzoátegui, el déficit entre gastos e ingresos ha volcado la balanza a honrar compromisos salariales y corrientes, dejando a un lado la inversión en bienes y servicios.
Con esta disertación esperamos llamar a la reflexión a los candidatos de la democracia para que comprendan que ofertar grandes inversiones, obras de miles de toneladas de asfalto o cientos de metros cúbicos de cemento, puede traer consecuencias perturbadores. El éxito en la gerencia municipal de los próximos años pasará por un trote acompasado entre la política fiscal, los acuerdos con los contribuyentes y una nómina que no exceda las capacidades de pago. La tormenta aún ventea muy fuerte, y para transición, más que corazón, hace falta cabeza fría.



Ángel Arellano
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miércoles, 6 de noviembre de 2013

El legado de Chávez


           Inconsistente, incompleto, sin objetivos, metas, estrategias ni indicadores claros. Mucho balbuceo y poco resultado. Así es el Presupuesto Nacional 2014 propuesto por el incompetente Presidente.
            El ejercicio fiscal actual, bajo la entera responsabilidad de Maduro, fue estimado en Bs. 396.408 millones y al corte del 06 de noviembre el gasto va por Bs. 625.554 millones. Una pequeña brecha de aproximadamente 57,8% que no fue calculada ratificando así la incapacidad del régimen a la hora de llevar incluso su Plan de la Patria.
Vale agregar que la AN aprobó al ejecutivo de un solo plumazo Bs. 65 mil millones en un crédito adicional, lo que representa 16,4% del presupuesto total anual: cifra record en la historia venezolana para la modificación de la vilipendiada Ley de Presupuesto.
Para 2014 Miraflores plantea Bs. 552.633 millones, 11% menos de lo que llevamos en la cuenta del año que cursa. No hay que ser un erudito en los números para avizorar el inclemente déficit en las finanzas públicas que significará este instrumento que impulsa Maduro ante un país que vive las penurias de una inflación monstruosa y severos problemas que hostilizan el clima social.
Entre tantas calamidades, los enchufados direccionan un importante número de recursos económicos no para luchar contra la delincuencia ni abastecer los supermercados, sino para discutir el muy polémico “Legado de Chávez”. Desconozco si con este eslogan buscan hacerle mayor publicidad al muy oportuno libro del economista José Guerra que sintetiza la catastrófica gestión de Hugo Chávez en sus 14 años de periplos y mareas, o quizás representa un ahogado intento para atraer a las socavadas y divididas bases del PSUV en función de discutir algunos papeles viejos.
¿Qué ha sido para el chavismo sin Chávez el legado del difunto? ¿Cómo se resume en términos cuantitativos y cualitativos la gestión de gobierno si nos basamos en el legado del comandante eterno? Ante estas incógnitas, más innecesarias que objetivas, quiero recomendar el gran trabajo emprendido por Transparencia Venezuela (www.transparencia.org.ve) en mostrar las inconsistencias del gobierno rojo. También el libro Estado Delincuente (2013) de Carlos Tablante y Manuel Tarré, tiene un sin números de aportes contra un flagelo que ni Chávez ni el hombre de los pajaritos ha atendido: la delincuencia organizada.
El Legado de Chávez es que en 2014 el Estado invierta menos en educación integral que en 2012 y en educación universitaria menos que en 2013. Que la universidad más competente ocupe el puesto 400 del ranking mundial por la carencia de presupuesto. Que se produzcan sólo 13 libros por cada 100mil habitantes mientras que en Uruguay con algo más de 3 millones de personas producen 56. Que la deuda internacional venezolana sea heredada por las próximas tres generaciones. Que el modelo curricular de las escuelas, liceos y universidades esté 25 años desactualizado con respecto al mundo. Que la conexión de internet en todo el país sea la más lenta de América del Sur y las instituciones internacionales ubiquen a Venezuela como la nación más corrupta del continente. Que se gaste solo Bs. 4 millones a la lucha contra la delincuencia organizada y la última estafa conocida del Fondo Chino fue de $85 millones.
Heredamos de Chávez las cifras rojas en homicidios, armas ilegales, secuestros y motines en las mismas cárceles de hace 40 años. Este cuadro se amplía con los partidarios de Cabello y Maduro, quienes han trabajado día y noche para que el país se siga hundiendo contra viento y marea. Empero, tanta tormenta pasa en cualquier instante a un momento de sol. Todos los panoramas apuntan a que no habrá maroma que impida al PSUV tener un final terrible el 8 de diciembre. Violencia, inseguridad, apagones, escasez, inflación, son parte de ese termómetro electoral que arrasará capitales y ciudades importantes.
El legado de Chávez es en términos generales muy negativo. En vez de sembrar el petróleo como decía Don Arturo Uslar, se sembró fue el odio entre hermanos. Toda acción genera una reacción, y para muestra 300 protestas mensuales se promedian en Venezuela.



Ángel Arellano
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